Grant te agradece la atención

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15 de octubre de 2013

Ojos color violeta



Titus es el septuagésimo séptimo heredero de una cumbre que se desmorona, de un mar de ortigas, de un imperio de roja herrumbre, de las huellas del ritual, que se hunden en la piedra hasta los tobillos.
Gormenghast.
Ensimismada y ruinosa, cavila en la sombra: la mampostería inmemorial, las torres y los pasadizos. ¿Todo se desmorona? No. Un céfiro sopla por una avenida de chapiteles, un pájaro canta, un arroyo brota impetuoso de la corriente asfixiada. En el corazón de un puño de piedra se agita una mano de muñeca y su calor se rebela contra la palma yerta. Una sombra se desplaza. Una araña se mueve.
Y la oscuridad serpentea entre los personajes.




Estas letras pertenecen a un escritor, poeta e ilustrador inglés que falleció de manera prematura, dejando sin finalizar la extensa obra que tenía en mente. Una obra muy poco conocida en nuestro país y que merece reivindicarse sin vacilación. Una obra que ha sido editorialmente ignorada en España de manera injusta e injustificada; una obra sin la cual la fantasía contemporánea no podría concebirse; que ha influido a multitud de artistas y escritores en más profundidad que otros nombres más celebrados (su contemporáneo Tolkien, por ejemplo). Michael Moorcock o China Miéville, entre otros,  le rinden vasallaje sin pudor.
Y aunque fuera de nuestras fronteras, estemos refiriéndonos a un clásico entre clásicos que ha sido incluido por la revista The Times entre los mejores 50 escritores británicos de finales del s.XX; o que prestigiosos críticos literarios como Harold Bloom lo hayan adscrito a su canon, por estos lares sigue siendo desconocido e ignorado.

Ah, ¿que a quién nos referimos? Cierto, todavía no os lo hemos presentado. Esta Tabla Esmeralda la vamos a dedicar a Mervyn Peake y a su saga inconclusa de Gormenghast.

Autorretrato de Mervyn Peake


Mervyn Peake no fue solo un escritor, también fue poeta y pintor. De hecho, su obra pictórica y como ilustrador es muy reconocida. Hizo sobresalientes trabajos para autores como Stevenson, Coleridge o la Alicia de Carroll.

 
Alicia

También trabajó como corresponsal durante la Segunda Guerra Mundial, plasmando con sus trazos la barbarie con la que se topó incluso en campos de concentración.

 Peake ante el desastre

Mervyn Peake nació en 1911 en Kiling, China, hijo de misioneros, en un momento bastante convulso del país asiático. La dinastía Qing había sido definitivamente derrocada, y en ese ambiente de la antigua tradición y protocolos imperiales en franca decadencia, ciudades fortificadas de muros impenetrables, cometas, linternas y procesiones callejeras, el pequeño Peake fue empapándose. 
Su experiencia bélica, indudablemente, también lo marcó, volcando la recurrente temática de la muerte y la decadencia en su obra literaria. Y es lo que encontramos, por supuesto, en Titus Groan, Gormenghast y Titus Alone sin lugar a dudas.
Con esta trilogía, aunque quedara truncada, renovó las bases de la fantasía gótica, introduciendo al lector en un mundo barroco, denso, surrealista, completamente insano.
Lo grotesco, lo bizarro, se aunaron bajo su pluma con la sátira y la descripción minuciosa, casi paranoica, al estilo Dickens de una galería de personajes más propia del Freaks de Tod Browning.
La intrincada psicología y riqueza simbólica no hacen mas que aumentar una atmósfera ya de por sí enrarecida y decrépita.
El conjunto es tan hermoso como angustioso, fascinante y asfixiante; y totalmente descorazonador. Porque aunque se trate de una obra considerada de fantasía, no hay criaturas fantásticas ni magia. Bueno, quizás los remanentes de una magia que quizás existió, sean las ceremonias, los rituales, que son los ajados cimientos de una realidad que se derrumba.

Pero en realidad esta falsa trilogía es inclasificable
¿Es una obra de ciencia-ficción distópica? Podría ser también, Titus Alone encaja en el género a la perfección, aunque nunca llegaremos a saber cuáles eran las intenciones de Mervyn Peake ni hasta dónde quería llevar su historia.




A pesar de que la trilogía de Gormenghast posea un tono oscuro y retorcido, Mervyn Peake fue un tipo amigable, de vivo ingenio, romántico y amante de su esposa y sus hijos.
Peake era un artista exuberante y de talento, cuya carrera quedó interrumpida para siempre por la enfermedad.
Mervyn Peake murió en 1968 cuando contaba sólamente con 57 años. Su dolencia, que no fue ni diagnosticada ni comprendida en su tiempo, fue un reclamo sensacionalista de algunos periodistas y detractores para otorgar un halo morboso a su obra y desprestigiarla, como si toda ella fuera resultado de su enfermedad. Ciertamente, la salud mental de Peake se deterioró profundamente, sufría de alucinaciones, delirios, así como de problemas cognitivos serios, parkinsonismo y desmayos. La terapia electro-convulsiva a la que fue sometido no ayudó en nada, ya que en realidad Mervyn Peake padecía una enfermedad neurodegenerativa que hasta hace pocos años no había sido siquiera descrita: demencia de cuerpos de Lewy.

Su dolencia no le permitió finalizar su obra cumbre, la historia de Titus Groan, septuagésimo séptimo conde de Groan y heredero de la inmensa mole de Gormenghast.
Peake nos legó Titus Groan (1946), Gormenghast (1950) y Titus Alone (1959). Esta última novela fue reeditada en 1970 gracias al trabajo de Langdon Jones, amigo personal de Peake, que recuperó textos que habían sido mutilados y eliminados de la chapucera primera edición. Hay que tener en cuenta que cuando Titus Alone se publicó por primera vez, Peake ya tenía avanzada su enfermedad. Es por ello que muchos opinan que quizás Titus Alone posea más de la dolencia de Peak que de su talento.

Existe una novela corta, Chico en la oscuridad (1956) que pertenece también al mundo de Gormenghast, en concreto al segundo volumen.


Manuscrito e ilustración de Peake


Gormenghast es un enorme y laberíntico castillo encaramado a una mole de roca. Es el territorio y feudo de los Groan (en inglés gemido o gruñido), una dinastía noble aislada y excluida del resto del mundo, inmersa y absorbida por ella misma en una grotesca atmósfera endogámica y ciega; temerosa y encadenada a la tradición, ceremonia y rituales más absurdos.

Titus Groan comienza con el nacimiento del heredero de Lord Sepulcravo y Lady Gertrude, un niñito de hermosos ojos violetas, que crecerá rodeado de decenas de servidores, un séquito de excéntricos cortesanos y el desapego absoluto de sus padres. Una madre únicamente preocupada por sus gatos blancos y los pájaros; algunos de ellos incluso han hecho sus nidos entre las marañas de sus cabellos pelirrojos. Un padre encerrado en su biblioteca, eludiendo sus responsabilidades como gobernante y que lentamente va enloqueciendo, creyéndose estar metamorfoseando en búho. 
Y como antagonista aparece el maravilloso personaje de Steerpike o Pirañavelo, un pinche de cocina que, con su inteligencia maquiavélica, decide hacerse dueño de su propio destino, superando su rol social y rompiendo los preceptos y bases del mundo de Gormenghast para intentar convertirse en el Maestro del Ritual.
Pirañavelo es héroe y villano, un revolucionario que se convierte en criminal, víctima del miasma de Gormenghast como lo son todos los demás... salvo Titus.

 Fuchsia Groan por Mervyn Peake

Mención aparte creemos que merece el personaje de Fuchsia, la hermana mayor de Titus, y que permanece ignorada por casi todos en el castillo. Es mujer, no puede ser hederera, no tiene poder. Fuchsia Groan es una adolescente caprichosa, con frecuentes estallidos de rabia pero que en realidad esconde un corazón dulce y amable; se evade de la realidad escondiéndose en su ático secreto para abandonarse a la ensoñación y a la lectura de cuentos fantásticos. Fuchsia sueña con que la amen... pero Gormenghast no es el lugar más adecuado para el amor.




Titus Groan como libro despliega ante los ojos del lector un abanico de personajes caricaturescos al más puro estilo del esperpento de Valle-Inclán, donde lo absurdo, el drama, la parodia y el horror se dan la mano.
Todo esto mediante un estilo muy visual (no en vano Peake era ilustrador), descriptivo y meticuloso hasta casi la exasperación. Como una pintura de Brueghel el Viejo o el Bosco.
Titus Groan fue prologado nada más y nada menos que por Anthony Burgess. Peake contaba con admiradores de la talla de Dylan Thomas o Graham Greene, aunque su reconocimiento no llegó hasta después de su muerte.

En el segundo libro, Gormenghast, Mervyn Peake nos relata la niñez y adolescencia de Titus, de la opresión de una sociedad anclada en el pasado y los rituales vacíos, que provocan pavor en nuestro protagonista. También nos cuenta sobre el fracaso de la voluntad de Pirañavelo.

No es un mensaje optimista el que nos quería transmitir Mervyn Peake, sino la agonía y desmoronamiento de un mundo sumergido en el crepúsculo.

En el tercer libro, Titus Alone o Titus Solo, el personaje principal emerge al mundo exterior. De una realidad pre-industrial nos topamos con elementos de alta teconología como videoconferencias, rayos asesinos y... científicos. La sexualidad anteriormente reprimida, se desborda. Es un salto enorme respecto a las dos anteriores novelas, lo que la hace menos comprendida y subraya las dudas sobre la estabilidad mental de Peake mientras la escribía.
Es evidente que Peake plasmó en Titus Alone sus propios temores, haciendo que su protagonista dudara entre lo que es real o no; y la atmósfera en general es más extraña si cabe, que en sus predecesoras. Titus Alone está más cerca de Lord Dunsany o Philip K. Dick... sobre todo de este útlimo, que sobre desgarros mentales sabía también un poco.

En Titus Alone Peake expresa que, tanto el arraigo al pasado y la tradición como el aferrarse al futuro como vía de escape, es estúpido y peligroso.

En 2011, centenario del nacimiento de Peake, se publicó Titus Awakes, con esbozos que dejó el autor sobre lo que le habría gustado que fuera su cuarto libro. Los textos fueron recopilados y engarzados por su viuda, la también pintora Maeve Gilmore.

La saga de Gormenghast es muy querida fuera de España y ha tenido múltiples adaptaciones, incluso una ópera.
En radio ha sido dramatizada profusamente en diversos países a lo largo del tiempo, y en el año 2000, la BBC produjo una miniserie muy recomendable donde se estamparon los dos primeros libros. Christopher Lee, que no se pierde una, hacía aparición en ella; así como Jonathan Rhys-Meyers interpretando a un Pirañavelo memorable.



¿Y cómo se pueden conseguir estos libros? Es una buena pregunta, porque en castellano la cosa está algo complicada de momento. 
Lo ideal es que si tenéis la pericia suficiente en inglés, os hagáis con ellos en la lengua original. Si no es así, simplemente comentaros, para que os hagáis una idea, que hasta hace escasamente 10 años, esta saga imprescindible no tenía ni traducción ni edición en español (qué vergüenza)... y los volúmenes publicados por Minotauro (con una traducción bastante esmerada aunque no incluían las ilustraciones de Peake), ya están completamente descatalogados y en el mercado de segunda mano los ejemplares son MUY escasos.
Por supuesto, no hay nada imposible, y en internet circulan numerosas versiones en epub y pdf (el que no se consuela es porque no quiere) aunque hay que andarse con ojo con las traducciones, por supuesto.


9 de octubre de 2013

Jornadas Gastronómicas Demoniacas en La Encantaria... ¡temblad todos!


Aleksandra Waliszewska

De nuevo Joan e Isabel, los dueños de este restaurante ya mítico de ZaraGotham, la han vuelto a liar parda.
Si creíamos que iban a parar con unas Jornadas Gastronómicas Ateas o con las dedicadas al mundo misteril, es que no sabemos todavía lo que es capaz de producir la pérfida cabecita de nuestro heavymetalchef favorito.

Unas jornadas gastronómicas demoniacas a las que estáis invitados a acudir, por supuesto. Desde el 16 de Octubre hasta el 17 de noviembre tenéis tiempo para degustarlas.
Y antes de que algunos pongáis el grito en el cielo, el emplear cinco minutillos en leer lo que tenéis a continuación puede ayudaros a comprender que estas Jornadas son, ante todo, para personas con sentido del humor y ganas de comer bien... Los prejuicios en la puerta afuera, gracias.

Prólogo:

"Demonios, espíritus impuros, criaturas sobrenaturales malévolas... hay muchas maneras de denominar lo que para el ser humano ha sido la encarnación de la Maldad, del dolor y sufrimiento; de la enfermedad, de la mentira, de la guerra y de la muerte.
Los enemigos más implacables del hombre, su Némesis y eterna fascinación también.
Da igual que acudamos a Sumer, a los pueblos inuit, a nuestra tradición judeo-cristiana o al lejano Japón.
Ellos siempre han estado entre nosotros porque son nosotros.
Son proyecciones de nuestros más arraigados temores y muestra de lo que el ser humano es capaz de hacer. Han sido siempre una manera efectiva de cercenar aquello de nosotros mismos que nos asquea, nos aterra; y construir un monstruo al que culpar, combatir... o adorar.
Los demonios siempre han dicho mucho de nuestra propia naturaleza, y como nosotros, han ido variando con el transcurrir de los siglos. Muchos de ellos no nacieron como entidades malvadas, ahí tenemos al nórdico Loki, o a los semíticos Baal y Astarté, que acabaron derivando en Lucifer, Beelzebub y Astaroth. Ahí están los asuras de la mitología hindú, deidades de naturaleza perniciosa enemigas de los dioses (devas) pero cuyas raíces en realidad no tenían nada particularmente maligno, como se puede rastrear en los Vedas o en el mazdeísmo.
Los dioses y los demonios cambian de nombre y características; es en ocasiones incluso difícil discernir entre unos y otros, porque en el fondo, ambos son capaces de traer la desgracia al ser humano... así como bienes indescriptibles. El Yavé del Antiguo Testamento es conocido por su despótica crueldad o la personalidad de cualquier dios del panteón olímpico también dejaba mucho que desear en cuestiones de ética y responsabilidad. ¿Y qué podríamos decir de los youkai de Japón? ¿Son maléficos o benévolos? Imposible dilucidar esa cuestión, ni los propios japoneses lo tienen claro.
Dioses y demonios hechos a nuestra imagen y semejanza por todo el planeta.
Y aquí estamos, en La Encantaria, conociendo a unos pocos de ellos a través de las habilidosas manos de Joan. Una fuente de inspiración a la que también acudieron Goya, Dostoievski o Black Sabbath; y los resultados no estuvieron nada mal.
Para disfrutar de este espléndido menú hay que dejar atrás nuestros propios prejuicios y ser capaces de distinguir entre lo que podría ser un acto de veneración o provocación... y lo que es, sencillamente, una manera diferente de disfrutar de la comida. ¡Y qué comida!
Que aproveche y la gocéis."



Toda la información pormenorizada sobre los platos que vais a poder degustar la tenéis aquí mismo:







Y, ¿dónde está La Encantaria? Pues en la  calle Sevilla nº 7 (tlf 627944502) en Zaragoza y se recomienda hacer reserva telefónica.





8 de octubre de 2013

Vuelta de Tuerca




Es muy complicado intentar reducir en el humilde espacio de un blog la figura de uno de los escritores norteamericanos más influyentes e importantes de la literatura del s. XIX y XX. Sin él, autores como Dos Passos, Gertrude Stein, o Hemingway no habrían redescubierto Europa, por ejemplo; y muchas características de la novela moderna que ahora tenemos asumidas y consideramos habituales, no existirían. Sin más.
Henry James (1843 - 1916) se puede considerar el principal adalid del Realismo Americano, fue contemporáneo de Flaubert, Zola y admirador de Balzac, George Sand o Iván Turguéniev.
Para él la novela, en sus propias palabras, debía "representar la vida" y "sus personajes deben ser reales y de tal catadura que podamos encontrárnoslos en la vida real." Y es lo que hizo Henry James en sus obras, pero lógicamente a través del filtro de sus propias experiencias vitales...


Henry James


Henry James, nacido en Nueva York en el seno de una familia de intelectuales, creció en un ambiente entusiasta de la cultura y el arte. Estudió con diferentes tutores en Italia, Suiza, Inglaterra, Alemania o Francia junto a sus hermanos, lo que impregnó sus obras de un aire cosmopolita. En ellas representaba un mundo refinado vasallo de la inteligencia, el arte y la cultura, donde destacaba la continua batalla entre el individuo y la sociedad. Y todo ello a través de un estilo muy personal y complejo, oblicuo, en zigzag; donde las reglas gramaticales a veces se comban en largas oraciones, casi incomprensibles, que se desgranan en digresiones imitando el tomo íntimo y la ambigüedad de la conversación humana.

¿Cómo puede ser que el autor de obras como Retrato de una dama (1881) o La copa dorada (1904), profundas y minuciosas estampas psicológicas de la sociedad que frecuentaba, se interesara por... ¿los cuentos de fantasmas? ¡y que los escribiera... y no pocos además!

El propio Henry James reconocía que la temática sobrenatural no era su predilecta y que se inclinaba más a la observación de lo real, de lo familiar. Pero quizás a causa de malas experiencias personales, como la muerte de sus padres y la de su querida hermana menor, Alice; o la nefasta recepción de sus obras teatrales, James se aisló, se fue a vivir a una típica casona georgiana en un pueblecito de Sussex y comenzó a rumiar lo que sería la novela que hoy nos interesa: Vuelta de tuerca (1898).

Primera edición de Vuelta de tuerca

Para Henry James lo sobrenatural fue en realidad una herramienta para profundizar en la descripción de emociones o pensamientos que a través del realismo no habría podido plasmar.
El pensamiento mágico no dejaba de vincularse con lo primitivo, lo irracional, lo ancestral; era al fin y al cabo la evasión de la mentalidad pragmática, burguesa y capitalista de la sociedad victoriana. Por ello, las historias de fantasmas estaban muy en boga en la época y Henry James, en un afán rigurosamente experimental, decidió adentrarse en la novela gótica pero desde una óptica diferente, una perspectiva que lo cambiaría todo.

Tanto Henry James como su hermano William, psicólogo, filósofo pragmático y hombre de Ciencia, estaban muy interesados por el fenómeno espírita, muy célebre en esos años. William James, como científico, estudió este fenómeno y sus investigaciones fueron presentadas en la Society for Psychical Research (SPR). Vale la pena comentar que en esta prestigiosa institución militaron varios premios Nobel y profesionales de ramas tan dispares como la astronomía, la filosofía, la literatura o la física.

Tomando como base las actas clínicas de los casos estudiados de la SPR, Henry James fue construyendo un mundo fantasmagórico que rompió totalmente con la visión tradicional gótica. Sus espectros surgen a la luz del día, son silenciosos, son reconocibles. La figura del fantasma se diluye para convertirse en una metáfora, para transfigurarse en las proyecciones de la psique de los personajes o ser sencillamente el símbolo de las relaciones entre ellos.

 Los dos hermanos James

Pero, ¿cuál es el argumento de Vuelta de tuerca? ¿De qué va? ¿A qué viene tanto revuelo?
Vuelta de tuerca cuenta en primera persona la historia de una (apocada y reprimida) institutriz que es contratada para educar a dos niños de aspecto angelical en una apartada mansión victoriana. Pero el edificio guarda turbios secretos que han sobrecogido las mentes de los dos pupilos, y en su determinación por protegerlos, la institutriz comienza a ser testigo de fenómenos inexplicables: fantasmas.

Las influencias de esta novela son muy variadas y reconocibles: tenemos una parodia elegante de la Jane Eyre de Charlotte Brontë, el historial clínico de Lucy R. de la obra La histeria de Sigmund Freud; la balada de Goethe El rey de los elfos o El cuento de la vieja niñera de Elizabeth Gaskell. Henry James declaró que el germen inicial fue la espeluznante historia que el arzobispo de Canterbury, Edward White Beson, le relató una noche de invierno en su solitaria casa de Sussex. Esta historia era sobre unos niños que estaba poseídos por los espíritus de dos criados muertos.

El arzobispo poniendo en canción a James

Desde nuestra panorámica, algo bastante inofensivo e incluso candoroso, ¿cierto? Pero Henry James da una vuelta de tuerca al asunto.
A través de la típica estructura narrativa concéntrica de novelones góticos como Melmoth el Errabundo, el Monje o Los misterios de Udolfo, de reminiscencias oníricas, James creó un texto ambiguo, oscuro, indeterminado. ¿Es cierto el testimonio de la institutriz? ¿Lo que sucede tiene una explicación racional o sobrenatural?
Esta obra, como su propio autor manifestó, es "una trampa para incautos". El lenguaje encubierto y de doble sentido, la vaguedad absoluta y las lagunas para nada azarosas, aumentan el interés así como el desasosiego y terror del lector, que proyecta sus propios temores o deseos en los personajes.
¿Son los niños víctimas del profundo desequilibrio psicológico de la institutriz, estando indefensos y a su completa merced? ¿O en realidad se están haciendo los inocentes?
Es un estudio primoroso de la maldad humana.

No en vano, Vuelta de tuerca es uno de los relatos de temática sobrenatural que más se han interpretado y estudiado, sin llegar a ninguna conclusión en firme. Se ha hecho desde la perspectiva marxista, feminista, deconstruccionista, homoerótica... Es lo que tiene una obra deliberadamente equívoca.
Oscar Wilde dijo de ella: "Es un cuento absolutamente extraordinario, terrorífico, venenoso, como una tragedia isabelina".


La novela tuvo desde muy temprano multitud de adaptaciones teatrales y cinematográficas, incluso operísticas. Algunas más afortunadas que otras y todas ellas con la enorme dificultad de su interpretación. Desde la Tabla Esmeralda destacamos tres muy concretas:

El telefilm The turn of the screw (1959) protagonizado por la grandísima Ingrid Bergman y que le valió un premio Emmy por su trabajo.


            


The Innocents (1961) de guion co-escrito por Truman Capote y con una Deborah Kerr rutilante.

   
La gran Kate Bush también buscó inspiración en James para crear sus canciones

Y El celo (2000) del mallorquín Antoni Aloy, donde Lauren Bacall y Harvey Keitel no dejan a nadie impasible con sus interpretaciones.


                             


Para los interesados en otros relatos de Henry James dedicados a fantasmas, recomendaros la publicación de Valdemar 13 cuentos de fantasmas, donde también se incluye Vuelta de tuerca. El precio es... digamos que impactante, pero la cuidada edición de la Colección Gótica, bien lo vale.
Para a los que la economía apriete algo más (habitual en estos tiempos) y estéis suscritos a scribd, este enlace os será de gran utilidad. 



7 de octubre de 2013

Cowboys from Hell

 

Es casi imperdonable que en la Tabla Esmeralda todavía no hayamos siquiera mentado a uno de los personajes comiqueros más relacionados con lo sobrenatural que existen: El Motorista Fantasma.

Obviamente, existen muchos más que poseen habilidades mágicas, como nuestro querido Doctor Extraño, la Bruja Escarlata, la maravillosa Zatanna o Ilyana Nikolievna Rasputina, alias Magick. Pero el Motorista Fantasma tiene una serie de cualidades y un origen intrincado que lo hacen uno de los favoritos de muchos lectores. Así que en las siguientes líneas vamos a presentarte, someramente, al espíritu de la venganza del mundo del cómic, la calavera llameante, el motorista venido del Infierno.


El Motorista Fantasma es un anti-héroe clásico que nació en la mente de Gary Friedrich y el inefable Stan Lee allá a inicios de los años 70. Su origen no es simple ni tampoco ha habido un único motorista fantasma, así que, para no liarnos demasiado, os lo vamos a contar como si fuera un pequeño cuento de terror...

 Gary Friedrich enfrentándose a su criatura

¿Alguien sabe quién es Mephisto? ¿Y Zarathos
Pues con ellos empieza la rocambolesca historia del Motorista Fantasma. 
Mephisto en el universo Marvel es un demonio extremedamente poderoso de origen desconocido. Se ha hecho pasar por Satán, Belcebú, el Diablo... aunque no lo es en realidad. Ni siquiera se conoce su verdadero nombre, pues Mephisto es simplemente otra manera que tienen los humanos de llamarlo inspirándose en el Fausto de Goethe.
Mephisto reina en sus propios dominios extradimensionales, habitado por otros demonios menores que le sirven y los espíritus de seres humanos a los que ha esclavizado. Su afán por poseer todo tipo de almas es casi coleccionista y no se para únicamente en las de seres humanos, es bien conocida su codicia por el espíritu de Estela Plateada o la del mismísimo Thor.
A Mephisto le gusta llamar a sus dominios "Infierno", aunque no tenga nada que ver con él, pero aprovecha el pavor que suscita ese hipotético lugar para dominar a través del miedo las voluntades de los humanos.
Las mismas pretensiones coleccionistas tenía el demonio Zarathos, que aliándose con un shaman, empezó a acumular tal número de almas humanas que llamó la atención de Mephisto.
El poder de ambos rivalizaba, así que Mephisto, a través de una estratagema, decidió finalizar con ese problema y someter a Zarathos a su voluntad. Y lo consiguió, no sin antes enzarzarse en una épica batalla, por supuesto.

Zarathos haciendo una declaración de principios


Mephisto continuó aumentando la población de su "Infierno", ahora con Zarathos como súbdito forzoso, y realizando pactos fraudulentos con humanos desesperados. Así es como en el s. XX se topa con Johnny Blaze, descendiente de un antiguo "cliente" de contrato. Pero Johnny Blaze es distinto a otros "socios" que haya tenido Mefisto, es heredero de un talismán, de un Medallón de Poder, cuya posesión tiene para su dueño digamos que consecuencias... imprevisibles.

Johnny Blaze, acuciado por la inevitable muerte de su padre adoptivo, el motorista acrobático Crash Simpson, a causa de una enfermedad, realiza un pacto con Mephisto en el que le entregará su alma si le salva la vida. Mephisto accede pero, por supuesto, reservándose sus habituales argucias.
Crash Simpson sana, pero oh, sorpresa, muere al poco realizando un nuevo número acrobático con su moto. Mephisto exige su pago igualmente (faltaba más) pero Johnny Blaze, junto a la hija de Crash, Roxane, le hacen frente conscientes de la estafa y logran rechazarlo. Pero la lucha tiene sus secuelas y Mephisto consigue en la lid unir la esencia del demonio Zarathos al cuerpo de Johnny Blaze.


A partir de entonces Zarathos y Blaze encarnarán el Espíritu de la Venganza del Motorista Fantasma, lucharán por su control fusionando ambos sus espíritus y cada noche irán a la caza, captura y castigo de todos los criminales que se crucen por su camino. Sin excepción, sin piedad... sin control.
Los destrozos que causa Zarathos son preocupación de Blaze, lo que lo lleva a buscar siempre una manera de exorcizar la esencia de este demonio fuera de su cuerpo.

Cuando Blaze se convierte en el Motorista Fantasma, su cabeza se convierte en una calavera llameante y sus ojos poseen "la mirada del castigo", que es capaz de provocar en la víctima el mismo dolor y daño que esta haya provocado a su vez. La moto que conduce posee unas ruedas compuestas de fuego infernal místico.

Con el tiempo, Blaze consigue liberarse de Zarathos y el Motorista Fantasma no vuelve a surgir en él... pero sí en su hermano perdido, Daniel Ketch.

Pero, ¿qué es el Motorista Fantasma?
El Motorista Fantasma es un Espíritu de la Venganza creado por Dios, a su servicio, y que solo puede ser destruido por Él. Es la furia de Dios. No hay un único Espíritu de la Venganza, y su existencia está vinculada a la lucha contra fuerzas sobrenaturales del Mal. De hecho, los Espíritus de la Venganza combatieron hace siglos contra Zarathos; y para vencerlo, se sacrificaron fusionando sus esencias y creando el Medallón de Poder. Este Medallón acabó fragmentado en manos de dos familias, una de ellas la de Johnny Blaze.

Y esta embrollada y culebronesca historia es, muy por encima, la del Motorista Fantasma, donde genios como Gil Kane, John Byrne, DeMatteis o nuestro compatriota Salvador Larroca han desplegado su talento. Un personaje oscuro, tortuoso, cruel, místico y a ratos grotesco que no podéis perderos.

By the way, como muchos personajes de cómic, el Motorista Fantasma también tiene sus propias versiones cinematográficas... de las cuales os recomendamos encarecidamente huyáis como de la peste

Desde luego no es de lo mejor que has hecho, amigo Cage


Si estás escuchando el audio del podcast, te recomendamos le eches una oreja a la entrevista que mantuvimos en la Tabla Esmeralda con Salvador Larroca... ¡que la disfrutes!




17 de mayo de 2013

Jornadas Gastronómicas dedicadas al mundo del "Misterio" de La Encantaria



Pues sí, durante todo el mes de junio, van a celebrarse unas jornadas gastronómicas muy especiales que van a dar mucho que hablar. Y como no puede ser de otra forma, será en La Encantaria de Zaragoza, un pequeño-gran restaurante que se está haciendo, a base de su esfuerzo e imaginación, un lugar en nuestros estómagos (y corazones). Joan e Isabel, amantes como son del Misterio, quieren celebrar con todos vosotros la llegada del verano con un menú que seguro hará chuparos los dedos; así como rendir un homenaje a tantos personajes y enigmas clásicos que veréis reflejados en sus platos:




Como siempre, cada plato ha sido reflexionado y confeccionado con absoluta atención, aquí tenéis su historia:




Y, ¿dónde está La Encantaria? Pues en la calle Sevilla nº 7 (tlf. 627944502) en Zaragoza y se recomienda hacer reserva telefónica.





¡Es una cita que no os podéis perder! ¡Buen provecho a todos!

19 de abril de 2013

¡Las "confes", amigos!

Como todos los años, el grupo S.I.P.E., al que tengo el honor de pertenecer, organiza su ciclo de conferencias dedicadas a... sí, ¡al misterio! Toda una tradición indispensable por estos lares. La cita será el 4 de mayo en la localidad de Pinseque (Zaragoza). ¿No te suena dónde está? Te damos las coordenadas: 41º 44' 16,86" N. 01º 05' 57,84 O.



La Casa de Cultura Puysec se encuentra en C/ Campo nº 17.

La apertura de puertas será a partir de las 10:30 de la mañana y la jornada comenzará a las 11:00 con la presentación de Hay otros mundos, pero están en este (Ediciones Cydonia) en el que tanto mis compañeros de Dimensión Límite como yo hemos participado.

Después continuaremos con las siguientes ponencias:


Luis Silva  Alquimia: en busca de la Piedra Filosofal

Pausa para almorzar

Marcelino Requejo:  Más allá de la casualidad

Carlos G. Fernández:  Psicofonías: consejos de grabación y escucha

Anabela Cardoso:  Cuadernos TCI 


Mesa redonda moderada por Javier García Blanco.


Después de cenar, realizaremos de cara al público que quiera acercarse y participar con nosotros, la grabación del programa de radio Dimensión Límite. Estarán con nosotros también el dúo mágico de Ciencia & Ficción, Yvan Figueiras y Mikel Navarro.

Aunque la entrada será libre y gratuita hasta completar aforo, todos los asistentes deberán traer 1 kilo de comida no perecedera, como por ejemplo: aceite, leche, latas, galletas, cereales, embutidos envasados al vacío, arroz, pasta, lentejas, garbanzos, judías blancas, harina, sal, caldo, tomate frito, zumo o pan de molde. Todo lo recaudado será recogido por la ONG Cáritas para repartirlo entre los más necesitados.

¡Estáis todos invitados!





Para los que vengáis de fuera, existe la siguiente oferta hostelera en las cercanías:


Avenida Diagonal, 11 - 50197 - Zaragoza

Acceso por A-2 km 311 



A-68 km 258 - 50298 Pinseque


16 de marzo de 2013

Hay otros mundos... pero están en este

Desde la Tabla Esmeralda queremos invitaros a conocer el último proyecto de esta familia radiofónica que es Dimensión Límite: un libro
Y este libro se llama Hay otros mundos, pero están en este.
La frase del título no es nuestra, pertenece al poeta francés Eugène Grindel, más conocido como Paul Éluard, príncipe dadá y vicario del surrealismo.
Y como el título sugiere, es un libro que tratará de mostraros, a través de sus capítulos, diferentes mundos que conforman nuestra realidad, que están aquí, con nosotros, en los cuales nos movemos y vivimos.




David Cuevas y Ediciones Cydonia, sin la cual no habría sido posible esta nueva aventura, concibieron la idea de un libro solidario donde firmas periodísticas bien conocidas, así como profesionales de diversos campos, unieran su talento desinteresadamente para crear algo único y pionero en ese nebuloso panorama denominado por algunos como el mundo del misterio.
Un capítulo, un autor diferente, un mundo distinto
Desde la India, pasando por la Amazonia, divisando las pirámides de Guiza hasta una carretera perdida en la provincia de Zamora, son los lugares, entre otros, que os invitamos a recorrer. Historia antigua, antropología, cine, psicología, ufología, sociología... un libro multidisciplinar del que el 15% de los beneficios recaudados irán destinados a la ONG Médicos sin Fronteras; de los 19'50 euros de su precio, 3 irán directamente a su fondo de emergencias. 


¿Y quiénes son los autores? Chris Aubeck, Carlos Canales, José Antonio Caravaca, Bruno Cardeñosa, Miguel Ángel Ruiz, Víctor Martínez, Miguel Pedrero, Lourdes Gómez, Jacques Vallée, David Benito, Fran Contreras, Jesús Callejo, José Miguel Parra, Juan Ignacio Cuesta, Antonio Luís Moyano, Juan Antonio Belmonte, Vicente París, Diego Cortijo, Lorenzo Fernández, Miguel Blanco, Carlos G. Fernández, Moisés Garrido, Manuel Carballal, Yvan Figueiras, Marcelino Requejo, Beatriz Erlanz, David y Germán Tenorio, J.J. Benítez, José Juan Montejo, Mikel Navarro, Oscar Iborra, Manuel Berrocal, Jaume Esteve, José Luís Ortiz, José Miguel Pérez Navarro, Anabela Cardoso, Fernando Rueda, Juan José Sánchez-Oro y David Cuevas.


Casi nada, chavalada.

Aquí puedes adquirir tu ejemplar y también descargar en pdf las primeras páginas de esta obra, así como curiosear la temática de sus capítulos: 




Kitsune de nueve colas aterrorizando al príncipe Hanzoku


¿Sabes qué es un kitsune? Pues en las páginas de este libro lo podrás averiguar, en concreto en el capítulo en el que servidora da rienda suelta a su obsesión con Japón, haciendo una introducción a su folclore fantástico.

Pero mis compañeros de Dimensión Límite, Mikel Navarro, Yvan Figueiras, Chris Aubeck, Diego Cortijo, Lourdes Gómez, Juan José Sánchez-Oro, David Cuevas, Oscar Iborra y José Juan Montejo tampoco se quedan atrás, con unas aportaciones magníficas que seguro os sorprenderán... ¡generación DL!

Gracias a todos por estar allí y deseamos de todo corazón que disfrutéis de este libro.



4 de marzo de 2013

1ªs Jornadas Gastronómicas Ateas de... ¡La Encantaria!

Como no podía ser de otra forma, La Encantaria nos vuelve a sorprender con unas jornadas muy adecuadas para los próximos días de vacaciones religiosas que nos esperan.
Con sano sentido del humor y el habitual excelente buen gusto de su chef, Joan Rosell; creyentes y no creyentes estáis invitados a disfrutar de un menú que seguro no os dejará indiferentes:




Como los habituales de La Encantaria sabréis, cada plato de las jornadas tiene su propia historia... nada se deja al azar:




Y, ¿dónde está La Encantaria? Pues en la  calle Sevilla nº 7 (tlf 627944502) en Zaragoza y se recomienda hacer reserva telefónica.





¡Que aproveche!

25 de febrero de 2013

Sobre festines y dietas extraños



El canibalismo. Un tema bastante perturbador, morboso e, incluso, algo incómodo, que horroriza como fascina a la sociedad contemporánea occidental. Nos remite a tiempos pretéritos, a gentes y pueblos primitivos, a ancestrales ritos o costumbres feroces; o también a crimen, desesperación y enfermedad mental.

Según el diccionario de la lengua española de Espasa Calpe, el canibalismo es “la costumbre de comer carne de seres de la propia especie, sobre todo por parte de los hombres.”
¿De dónde procede esta palabra? Pues es una deformación del nombre de una tribu de las Antillas, Venezuela y las Guayanas, los indios caribes, con los que los españoles se toparon al llegar a América; y a los que describieron como belicosos, feroces y con la característica de devorar a otros pueblos, como los taínos. Es muy difícil tratar de discernir si realmente los bravos indios caribes practicaban el canibalismo, probablemente lo hicieran, pero lo que sí es cierto es que españoles y más tarde holandeses, franceses e ingleses, utilizaron este pretexto para esclavizarlos a ellos y a otra multitud de pueblos más, como los maoríes, melanesios y otros pueblos del Pacífico.

Teniendo clara ya la etimología de la palabra, podríamos distinguir también entre canibalismo y antropofagia. El canibalismo siempre, a nivel antropológico, estará vinculado a un ritual; en cambio la antropofagia solo designa el consumo de carne humana por parte de otros seres humanos sin un contexto específico. Y habría que distinguir también entre endocanibalismo y exocanibalismo, señalando que casi nunca coexisten ambas formas en una misma sociedad. Pero esta clasificación, aparentemente tan cabal y simple, es engañosa y no es capaz de abarcar todo el fenómeno en sí. Muchos discreparían y con toda la razón. Debemos ser claros: el canibalismo es un fenómeno antiquísimo y poliédrico. Intentar domeñarlo o analizarlo es muy complicado; y esta Tabla Esmeralda con total seguridad no arañe ni la superficie, ni abarque las suficientes perspectivas para intentar comprenderlo satisfactoriamente. Dejémoslo en un pequeño conato algo presuntuoso... pero con las mejores de las intenciones.

El navegante alemán Hans Staden describió con detalles minuciosos parte de la dieta de los indios tupinambáes de Brasil


Se podrían mentar centenares de anécdotas, historias y verdaderas tradiciones vinculadas con el canibalismo en todos los continentes habitados, en todos. Y Europa y España no se libran de ellas, desde la estigmatización de la población judía a través del monstruo que devora niños (como el sacamantecas); hasta la figura del vampiro, con un cruel y sospechoso de prácticas caníbales príncipe válaco de inspiración, Vlad Tepes; o una noble húngara de costumbres sádicas y atribuciones también muy sangrientas, Isabel Báthory. Esto se debe a que el canibalismo, por mucho que nos cueste aceptarlo, forma parte de nuestro legado histórico-cultural como seres humanos. El canibalismo, tanto en las sociedades donde ya no se practica como tal hasta en los últimos reductos de las selvas de Borneo, ha tenido siempre múltiples caras e interpretaciones; puede ser un símbolo de creación, de unión con la divinidad, puede representar el acto que ampara el orden cósmico y por ende, un sustentador de la cohesión social. En nuestra propia sociedad judeo-cristiana la religiosidad está fundamentada en el concepto de un dios devorado, la comunión con él a través de su carne y sangre. Y junto a todo esto, aparece también la noción de sacrificio, que acompañará en multitud de ocasiones al canibalismo ritual.

Pero, ¿desde cuándo tenemos atestiguadas prácticas caníbales entre humanos? Dejando de lado las ideas febriles del húngaro Oskar Kiss Maerth, que en su obra del año 1969 El principio era el fin, afirmaba que los simios habían evolucionado hasta el homo sapiens a consecuencia de la ingesta de cerebros frescos de sus congéneres; sí que es cierto que el canibalismo lo tenemos atestiguado desde muy antiguo...
Se encontraron en nuestro país, en concreto en una cueva cercana a la población asturiana de Vallobal, los restos de una monumental comilona caníbal perpetrada por neandertales hace más de 40.000 años. Pero podemos ir mucho más atrás en el tiempo, en Atapuerca, se han hallado restos de humanos devorados por otros humanos, incluidos niños. El homo antecessor se devoraba a sí mismo de manera sistemática y violenta, sin indicios de la existencia de ningún ritual. ¿Por qué? Es una buena pregunta, quizás nunca lleguemos a saber la respuesta. Lo que sí está claro es que nuestros antepasados evolutivos se comían los unos a los otros... y el homo sapiens, también.


Recreación de un homo antecessor hembra practicando canibalismo


Por diversos motivos, los homo sapiens también nos hemos comido los unos a los otros, no podemos negar que ha sido y es, una expresión de nuestra propia naturaleza. El canibalismo ha servido a diferentes fines, criminales, religiosos, de cohesión social, comunión o sencillamente alimento. Y que también, desde la Antigüedad Clásica occidental, ha sido símbolo de barbarie, una de las últimas fronteras que separan lo humano de lo inhumano, del salvajismo, de la bestialidad.

En las diferentes culturas de diversos pueblos, son conocidos mitos y leyendas que hablan de canibalismo como una práctica aberrante... o no. Tenemos de ejemplo a la diosa marina Sedna, perteneciente al pueblo Inuit, señora también del Inframundo, y que según algunas leyendas, poseída de un hambre furiosa, intentó devorar a sus propios padres. No es un deidad amable con los humanos, a los que engulle si se topa con ellos.
En la mitología escandinava, encontramos también en la figura del gigante Ymir, remanentes de un canibalismo primordial donde este gigante mitológico, es asesinado y desmembrado para que de él se forme el mundo tal como lo conocemos, Midgard. Algo similar sucede con otro gigante de la mitología de la India, Purusha, de cuyo cuerpo y sangre surge todo lo existente gracias a que los devas lo matan y descuartizan. Entre los indios algonquinos, habitantes del norte de Estados Unidos y Canadá, es conocida la leyenda del Wendigo, espíritu de los bosques más profundos, que lleva la locura con su llamada allá donde va, y que no es mas que la representación de la demencia y oscuridad humanas que provocan el aislamiento y la soledad en los largos inviernos septentrionales, conduciendo al canibalismo por falta de alimento a los que lo sufren.
Pero el mito más conocido de canibalismo es, sin duda, el que Cronos cometió con sus hijos, aunque no es el único. La hija del rey de Atenas, Procne decide vengarse de su marido, el tracio Tereo, por haber violado, cortado la lengua y aprisionado a su hermana pequeña, Filomela. Su acción, proveniente de la furia y la desesperación, consistió en matar, guisar y ofrecer a Tereo en un opíparo banquete al hijo de ambos, Itis. Pero el canibalismo también aparece disfrazado en la mitología clásica en multitud de ocasiones: algunas divinidades infernales como las Keres, llamadas “las perras de Hades”, se dedicaban en las batallas a descuartizar y beber la sangre de los guerreros; tampoco los cíclopes hacían ascos a la carne humana y Hércules dio de comer al rey tracio Diomedes a sus propias yeguas, que ya estaban acostumbradas a una dieta así de especial.


El banquete de Tereo de Rubens

Históricamente, tanto Heródoto, Tácito, Flavio Josefo o Juvenal registraron actos caníbales, tanto culturales, religiosos como por pura hambre. Nadie duda que durante los largos y terribles asedios de las ciudades que trataban de resistir, se acudiera a prácticas caníbales, como sucedió en Numancia, Sagunto... 
El civilizado Egipto tampoco se libra: al final del Imperio Antiguo, en el tercer milenio antes de Cristo, durante "los años de los chacales",  la tremenda hambruna dirigió a la población a la antropofagia. Tampoco hace falta irse tan lejos: ya en la Edad Contemporánea, durante la II Guerra Mundial en el atroz sitio de Leningrado, los actos de canibalismo se multiplicaron de manera exponencial. El rigor del invierno (40 grados bajo cero) y casi 900 días de acorralamiento en la oscuridad, condujeron a miles de ciudadanos a la necrofagia, asesinato y canibalismo. Existían bandas organizadas que, de distrito en distrito de la ciudad, "cazaban" literalmente ciudadanos para luego devorarlos. Se vendía carne humana en los mercados
También está perfectamente documentado el canibalismo desesperado durante el Holocausto Ucraniano (Golodomor), una hambruna creada artificialmente por Stalin para someter a los kulaks o terratenientes. La llamada colectivización llevada a cabo en la Unión Soviética para apoyar el proceso de industrialización profunda del país, hizo que muchos kulaks se rebelaran y que millares de mujiks o campesinos, tuvieran que huir de los campos a las ciudades, acuciados por el hambre. Murieron entre 1932-1933 casi 4 millones de personas, siendo esta un cifra a la baja. Y, por supuesto, la antropofagia campó a sus anchas.
El desesperado éxodo de los mujiks, obligó a tomar también medidas drásticas al considerárseles "traidores". Pero no solo a ellos, sino a otros "elementos desclasados y elementalmente dañinos" como vagabundos, pequeños delincuentes comunes, antiguos comerciantes, etc, que fueron deportados a Siberia y el norte de Kazajistán, sin casi ningún tipo de apoyo o incluso sin un techo donde dormir. Hay que señalar también que, a causa de la política de cupos que llevaba a cabo la policía soviética, también fueron enviados arbitrariamente al exilio de la taiga y estepas siberianas niños, embarazadas, ancianos o trabajadores cualificados honrados incluso por el propio régimen, cuyo delito había sido, por ejemplo, olvidarse el pasaporte en casa. En uno de esos lugares de destierro, en concreto en la Siberia Occidental, a unos 800 kilómetros de la ciudad de Tomsk, tuvo lugar la Tragedia de Nazino (1933). En esa pequeña isla del río Ob, denominada también "La isla de los caníbales", fueron deportadas 6000 personas de las que sobrevivieron solo 2000. El primer día de su llegada ya murieron 295 personas, a causa de inanición y agotamiento. La disentería, el tifus, el rigor del clima, la brutalidad de los brigadieres y el hambre hicieron el resto, provocando la muerte de millares de personas, hacinadas en una isla pantanosa de 3 km de longitud, sin ningún cobijo ni infraestructura y con solo unas cuantas toneladas de harina para repartir. El canibalismo hizo su aparición de manera imparable, y aunque se detuvieron a 50 personas por su práctica, no se pudo impedir que continuara, tanto con cadáveres como con personas vivas.
La Historia nos enseña que el canibalismo acompañó al ser humano desde la Prehistoria y... que todavía se encuentra entre nosotros.


Pareja de campesinos del Volga que secuestraba y comía niños en 1921


Uno de los sucesos más célebres respecto al canibalismo de las últimas décadas tuvo lugar en la isla de Nueva Guinea entre la tribu fore, ya que devino en una enfermedad neurodegenerativa, similar a la encefalopatía espongiforme, denominada kuru. Provocó una auténtica epidemia. El kuru era causado por un prión que se transmitía al consumir tejido cerebral humano infectado. En el caso de los fore, era una práctica endocaníbal funeraria, pero tanto en Irian Jaya como Papúa Nueva Guinea, las prácticas caníbales no han respondido siempre a este patrón, teniendo en cuenta además que esta isla del Pacífico es una de las más ricas en diversidad cultural y lingüística de todo el planeta. Por eso, para otras tribus papúes como los jalé, no hay manera de vencer y humillar a un enemigo mejor que matarlo y comerlo.
En Oceanía, entre melanesios, aborígenes, maoríes, polinesios, etc; el canibalismo no era una práctica desconocida. En las Islas Marquesas llamaban a las víctimas que canibalizaban “pescados de los dioses”, solían ser enemigos capturados en refriegas, gentes de su mismo entorno y de islas vecinas, a los que se comían en ceremonias religiosas donde renovaban su alianza con los dioses, los tiki. En Fiyi también estaba extendida la costumbre de comer víctimas sacrificiales a las que decapitaban, e incluso los jefes y nobles fiyianos utilizaban un tenedor especial ceremonial, el iaulaniboloka, para trinchar la carne de “cerdo largo”. Este cubierto tan peculiar en la actualidad se vende a los turistas con bastante éxito.
También es conocida la anécdota que protagonizó la última reina de Hawái, Lili'uokalani (1838-1917) en Londres, que al verse desdeñada por la nobleza británica, no tuvo otra genial ocurrencia que declarar que ella también tenía sangre inglesa... porque su bisabuelo había tenido el placer de zamparse el corazón del navegante y explorador James Cook. Ciertamente, James Cook pereció en 1779 a manos de nativos hawaianos que luego... se lo comieron.



Lili'uokalani, última reina de Hawái, muy orgullosa de su sangre inglesa


Una de las islas más conocidas de Oceanía, es la de Pascua, y a pesar del halo místico y enigmático que en la actualidad se le está otorgando desde Occidente, fue un lugar de alto nivel de antropofagia, que comenzó con la llegada de los pueblos polinesios a sus costas y no antes. Estos pueblos, los Rapanui, alcanzaron su apogeo de canibalismo durante las guerras intestinas entre las dos facciones principales de la isla, los hanau eepe, que representaban la élite; y los hanau momoko, que tuvieron lugar en el s. XVII. La sobreexplotación de los recursos de la isla por parte de los Rapanui había llevado a una situación tan crítica que una guerra civil era casi inevitable. ¿Y cuál de los dos grupos ostentaría el privilegio de poseer el título de hare kai tangata (o lo que es lo mismo, “los que cocinan carne humana”)? Pues los hanau momoko, que prácticamente exterminaron a los hanau eepe, matándolos y devorándolos. Fue una auténtica carnicería por ambas partes, uno de los hanau eepe tenía los cadáveres de 30 niños hanau momoko en su casa listos para comérselos en el horno típico pascuense o curanto. Este auténtico apocalipsis caníbal llevó casi al colapso a la cultura pascuense, que, con la oportuna llegada de los europeos y sus enfermedades, hicieron que a mediados del s. XIX solo quedaran 111 habitantes autóctonos en la isla.


Testigo mudo de horrores de guerras fraticidas


Pero el canibalismo en el contexto bélico no es algo del pasado, sino que pertenece al s XXI también. Sinafasi Makelo, representante de los pigmeos Mbuti de la República Democrática del Congo, denunció en el año 2003 antes Naciones Unidas que el grupo rebelde Movimiento Liberal del Congo, encabezado por Jean-Pierre Bemba, había cocinado al menos a 12 pigmeos. No es el único testimonio recogido por la ONU de las actividades antropofágicas del MLC, el obispo de Beni-Butemba acusó abiertamente de canibalismo no solo al MLC, sino a los guerrilleros del RCD-N. No se trata de acciones aisladas, sino de un instrumento de terror al servicio de la guerra y sustentado en la superstición de que consumir carne de pigmeo, sobre todo su corazón, confiere propiedades sobrenaturales. No estamos hablando de rumores lejanos como los de Macías, Idi Amin o Bokassa. Esto está sucediendo aquí y ahora.

Pero como hemos dicho con anterioridad, cualquier guerra conlleva actos de gigantesco horror, como el anteriormente mencionado de canibalismo en el sitio de Leningrado, en este caso por necesidad; o los cometidos por soldados japoneses durante su ocupación del Pacífico en la II Guerra Mundial. Sus prisioneros de guerra americanos, indios, papúes y australianos fueron tratados como auténtico ganado. Una estrategia militar organizada, donde seres humanos en campos de prisioneros fueron sistemáticamente asesinados y devorados. No fueron hechos puntuales o aislados. Historiadores como Max Hastings, Antony Beevor o el japonés Toshiyuki Tanaka, de la Universidad de Hiroshima, que fue el primero en remover el avispero, han descubierto a partir de los años noventa las atrocidades que cometieron las tropas japonesas, incluso llegaron a practicar necro-canibalismo con sus propios compatriotas caídos.


Jean-Bédel Bokassa, emulando a su admirado Napoleón, como Emperador del Imperio Centroafricano


En nuestro presente el canibalismo religioso o cultural se encuentra prácticamente desaparecido, salvo en algunas prácticas funerarias de la Orinoquía entre los yanomami, en algunas zonas de Borneo, Sumatra, Irian Jaya... o la India. 
Allí es bien conocida la secta hinduista de los Aghori, compuesta de sadhus o monjes ascetas, seguidores del dios Shiva. Los Aghori son una minoría repartida por la India, Nepal y sudeste asiático, vista con cierto recelo y hasta repugnancia por el resto de los hinduistas, ya que suelen practicar costumbres consideradas "impuras" como beber alcohol, ingerir carne, tener relaciones sexuales con mujeres con la menstruación, consumir estupefacientes como cannabis u opiáceos, sadhanas en casas encantadas, etc. Los Aghori quebrantan los tabúes sociales de su entorno deliberadamente ya que acoger y aceptar lo "impuro", es para ellos en realidad trascender la ilusión de la dualidad, superar la creencia errónea de que existan opuestos. Suelen encontrarse en las cercanías de los ríos donde se creman cadáveres, ya que practican una necrofagia caníbal, que incluye tanto la ingestión de las cenizas de los difuntos como el propio consumo de la carne. También suelen portar un cráneo humano como recipiente para beber, llamado kapala.


Dejadle beber, que tiene sed el hombre


En la actualidad, donde se considera casi universalmente un tabú el canibalismo, es la necesidad perentoria, el crimen o la enfermedad mental las que empujan estos días al ser humano a este tipo de prácticas. 
Todo el mundo conoce el caso del avión uruguayo que se estrelló en los Andes en 1972 y, hasta que los supervivientes fueron rescatados, se vieron acuciados a alimentarse con la carne de sus compañeros fallecidos.
Un caso muy reciente de canibalismo voluntario (2012) lo encontramos en Cipango: el artista y chef de 22 años Mao Sugiyama, ofreció vía twitter cocinar sus atributos sexuales (pene, testículos y escroto) al gusto del que pagara por ello 100.000 yenes. Tras su emasculación y encontrar cinco clientes interesados, los cocinó con hongos y perejil italiano. En Japón el canibalismo no es delito. Evidentemente, este caballero sufre algún tipo de trastorno mental.
También en Cipango es muy célebre Issei Sagawa, que en 1981, mientras estudiaba su doctorado en lengua inglesa en la Universidad de la Sorbona en París, asesinó a una compañera de estudios y la congeló para hacerse su propio sashimi de carne humana... femenina. Fue condenado únicamente a cuatro años de prisión por enfermedad mental y actualmente es una estrella mediática que ha realizado incluso críticas gastronómicas.

Y si comenzamos a desglosar la casi infinita lista de asesinos y criminales que han practicado el canibalismo, no acabaríamos nunca: Jeffrey Dahmer “El carnicero de Milwakee”, Armin Meiwes “El caníbal de Rottemburgo”, Arthur Shawcross, Ajmat Azimov, Manuel Blanco RomasantaEl Lobisome de Rebordechao”, “Los vampiros de Witten”... cada una de estas personas nos cuenta una pequeña-gran historia repleta de espanto, crueldad y repugnancia.


¿A alguien le apetece salir de copas con Armin Meiwes? Parece una persona agradable


¿Y qué impacto ha tenido el canibalismo, la antropofagia en las letras? ¿Cómo ha sido plasmada?
Las obras son innumerables, porque este tema en particular siempre ha sido un foco de atención por motivos muy diferentes. Así que desde la Tabla Esmeralda, vamos a tratar de acercaros los que nos han parecido los más interesantes, teniendo en cuenta que nos dejaremos siempre en el tintero muchos libros más que seguramente también merecerían que los nombrásemos.

Los hermanos Grimm, además de unos portentos en el campo de la lingüística y pioneros de la filología de su país, recopilaron multitud de cuentos pertenecientes a la tradición oral alemana. De entre todos ellos, seguro que conocéis Hänsel y Gretel, una historia como la mayoría de las que recopiló esta pareja, cruenta y desgarrada. La bruja esclaviza a Gretel, mientras que ceba a Hänsel para darse un buen festín con sus carnes después. Pero es en otro cuento de los hermanos Grimm donde la ceremonia caníbal se completa. Hablamos Del Enebro (1812), cuyo argumento nos remite a horrores mitológicos antes nombrados como el de Procne y Tereo, pero en este cuento, cometido en vez de por enajenación, por auténtica maldad. Del Enebro es el cuento de un niño cuya madrastra decapita, guisa en un estofado y lo ofrece al propio padre de la criatura, completamente ajeno al crimen. Pero hay mucho más, como buen cuento, posee multitud de recovecos repletos de sutilezas y horrores que derivan a un final feliz, donde la justicia finalmente triunfa. Del Enebro tiene además una cuidadosa y delicada edición bilingüe en España, gracias a la editorial Jekyll & Jill, la cual os recomendamos fervientemente.







En 1837, Edgar Allan Poe publicó su La Narración de Arthur Gordon Pym. Es, sin duda, una de las obras del autor norteamericano más arriesgadas y oscuras de su carrera. Influyó poderosamente a otros literatos como Howard Phillips Lovecraft, Julio Verne, Robert Louis Stevenson, Jorge Luis Borges o al mismísimo círculo surrealista parisino un siglo casi después. Un verdadero alarde de imaginación completamente visionaria donde nos relata las aventuras de Arthur Gordon Pym como polizón en la nave Grampus, camino al Antártico. Durante sus prodigiosas y también despiadadas correrías, se ve involucrado en un acto de canibalismo para sobrevivir, donde el azar decidió que el grumete Richard Parker fuera sacrificado por el bien común. Cosas de la Ley del Mar.

“Baste decir que, habiendo apaciguado en cierta medida la rabiosa sed que nos consumía gracias a la sangre de la víctima, y habiendo desechado, por común asentimiento, las manos, los pies y la cabeza y arrojándolas junto con las entrañas al mar, devoramos el resto del cuerpo, en pedazos, durante los cuatro eternamente memorables días del diecisiete, dieciocho, diecinueve y veinte de aquel mes “

Curiosamente, cuarenta años después de la publicación de la historia de Poe, la embarcación Mignonette naufragó en 1884 a centenares de kilómetros de la costa más próxima. Los escasos marineros aguantaron durante tres semanas bebiendo sus propios orines (una forma de autocanibalismo) y comiendo la carne de una tortuga que consiguieron cazar. Pero el más joven de los cinco supervivientes, comenzó a beber agua de mar, enfermó y enloqueció; lo que procuró la idea, siguiendo la tradición de La ley del Mar, que era legítimo matarlo y comerlo en beneficio del resto ya que iba a fallecer de igual manera. Así lo hicieron. El nombre del muchacho de 17 años canibalizado era... Richard Parker.


Magritte homenajea a Poe


En otras obras como La Máquina del Tiempo de H. G. Wells o Forastero en tierra extraña de Robert Anson Heinlein, aparecen episodios bien descritos de canibalismo, pero también la antropofagia ha sido utilizada en la literatura no solo para su argumento, sino como revulsivo y provocación, para desencadenar una reacción en el pensamiento y emociones del ser humano.
Es el caso de, por ejemplo, Jonathan Swift, sí, el de Los viajes de Gulliver, que en 1729 publicó un panfletillo, titulado Una humilde propuesta, donde a través del sarcasmo y la acidez más corrosiva, sugiere acabar con el hambre en Irlanda, planteando a los terratenientes ingleses cebar bebés de gente sin recursos hasta el año de edad, para que luego pudieran ser consumidos. Así se libraría al país de una carga y a la vez aportaría sustento alimenticio, total, igualmente esos bebés iban a morir, pero de hambre.
También provocaciones fueron siglos más tarde el Manifiesto caníbal Dadá de Francis Picabia de 1920, así como el Manifiesto de antropofagia de Oswaldo de Andrade en 1928, donde sin complejos se expresan ideas tan certeras como:

"Sólo la Antropofagia nos une. Socialmente. Económicamente. Filosóficamente. 

Única ley del mundo. Expresión enmascarada de todos los individualismos, de todos los colectivismos. De todas las religiones. De todos los tratados de paz.

Sólo me interesa lo que no es mío. Ley del hombre. Ley del antropófago."


Pero sin duda, uno de los libros dedicados al canibalismo más importantes y extravagantes de la historia de la literatura fue y sigue siendo, La Cocina Caníbal (1970), del grandioso Roland Topor. Una auténtica delicia literaria donde Topor nos desgrana con mordacidad, humor muy, muy negro y toques claramente surrealistas, una serie de recetas imposibles. Un libro aderezado además con las ilustraciones del propio autor y que, por su espíritu heterodoxo y transgresor, puede llegar a ofender, escandalizar y herir sensibilidades.
Esa era, de todas formas, la intención del gran iconoclasta Roland Topor.
Y con él, esta Tabla Esmeralda tan poco usual, se despide hasta la próxima edición. Atentos a la receta, no se os vaya a indigestar.


Topor

"Puré de Cabeza de Jefe

Se le hace una pequeña visita al jefe a finales de año, justo antes de las fiestas de Navidad, y se le mata como a un cerdo, es decir, que se toma la precaución de dejarle desangrarse durante un tiempo para que su carne quede bien blanca. Una vez que la cabeza se ha cortado de tajo, se la deja chorrear. Después, se mete en agua hirviendo durante media hora aproximadamente. Al cabo de este tiempo se retira, se saca del agua hirviendo y se introduce en agua fría para refrescarla. Es sorprendente cómo la cabeza del jefe ha cambiado ya en ese momento. Su pelo se ha vuelto blanco y su mirada, aunque sigue siendo maliciosa, tiene cierto aire soñador. No es más que el principio, continuemos el ejercicio. Se arranca la mandíbula hasta el ojo, se deshuesa la cabeza, teniendo cuidado de unir las carnes para que no pierdan su forma. Una vez terminada la operación, se frota la cabeza con champú, y se envuelve en un paño atado con un cordel.



Para cocerla, se diluyen tres cucharas de harina en agua, se añade un ramo de flores, un trozo de mantequilla, sal, pimienta. Se introduce la cabeza en el preparado, se hierve quitando la espuma de vez en cuando; después se retira y se deja caer en una cubeta de una altura de 1,5 metros aproximadamente llena de puré, para que no pase frío en las orejas. Es un plato monumental que hay que reservar para las grandes reuniones familiares."



Ojos color violeta

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Titus es el septuagésimo séptimo heredero de una cumbre que se desmorona, de un mar de ortigas, de un imperio de roja herrumbre, de las huellas del ritual, que se hunden en la piedra hasta los tobillos.
Gormenghast.
Ensimismada y ruinosa, cavila en la sombra: la mampostería inmemorial, las torres y los pasadizos. ¿Todo se desmorona? No. Un céfiro sopla por una avenida de chapiteles, un pájaro canta, un arroyo brota impetuoso de la corriente asfixiada. En el corazón de un puño de piedra se agita una mano de muñeca y su calor se rebela contra la palma yerta. Una sombra se desplaza. Una araña se mueve.
Y la oscuridad serpentea entre los personajes.




Estas letras pertenecen a un escritor, poeta e ilustrador inglés que falleció de manera prematura, dejando sin finalizar la extensa obra que tenía en mente. Una obra muy poco conocida en nuestro país y que merece reivindicarse sin vacilación. Una obra que ha sido editorialmente ignorada en España de manera injusta e injustificada; una obra sin la cual la fantasía contemporánea no podría concebirse; que ha influido a multitud de artistas y escritores en más profundidad que otros nombres más celebrados (su contemporáneo Tolkien, por ejemplo). Michael Moorcock o China Miéville, entre otros,  le rinden vasallaje sin pudor.
Y aunque fuera de nuestras fronteras, estemos refiriéndonos a un clásico entre clásicos que ha sido incluido por la revista The Times entre los mejores 50 escritores británicos de finales del s.XX; o que prestigiosos críticos literarios como Harold Bloom lo hayan adscrito a su canon, por estos lares sigue siendo desconocido e ignorado.

Ah, ¿que a quién nos referimos? Cierto, todavía no os lo hemos presentado. Esta Tabla Esmeralda la vamos a dedicar a Mervyn Peake y a su saga inconclusa de Gormenghast.

Autorretrato de Mervyn Peake


Mervyn Peake no fue solo un escritor, también fue poeta y pintor. De hecho, su obra pictórica y como ilustrador es muy reconocida. Hizo sobresalientes trabajos para autores como Stevenson, Coleridge o la Alicia de Carroll.

 
Alicia

También trabajó como corresponsal durante la Segunda Guerra Mundial, plasmando con sus trazos la barbarie con la que se topó incluso en campos de concentración.

 Peake ante el desastre

Mervyn Peake nació en 1911 en Kiling, China, hijo de misioneros, en un momento bastante convulso del país asiático. La dinastía Qing había sido definitivamente derrocada, y en ese ambiente de la antigua tradición y protocolos imperiales en franca decadencia, ciudades fortificadas de muros impenetrables, cometas, linternas y procesiones callejeras, el pequeño Peake fue empapándose. 
Su experiencia bélica, indudablemente, también lo marcó, volcando la recurrente temática de la muerte y la decadencia en su obra literaria. Y es lo que encontramos, por supuesto, en Titus Groan, Gormenghast y Titus Alone sin lugar a dudas.
Con esta trilogía, aunque quedara truncada, renovó las bases de la fantasía gótica, introduciendo al lector en un mundo barroco, denso, surrealista, completamente insano.
Lo grotesco, lo bizarro, se aunaron bajo su pluma con la sátira y la descripción minuciosa, casi paranoica, al estilo Dickens de una galería de personajes más propia del Freaks de Tod Browning.
La intrincada psicología y riqueza simbólica no hacen mas que aumentar una atmósfera ya de por sí enrarecida y decrépita.
El conjunto es tan hermoso como angustioso, fascinante y asfixiante; y totalmente descorazonador. Porque aunque se trate de una obra considerada de fantasía, no hay criaturas fantásticas ni magia. Bueno, quizás los remanentes de una magia que quizás existió, sean las ceremonias, los rituales, que son los ajados cimientos de una realidad que se derrumba.

Pero en realidad esta falsa trilogía es inclasificable
¿Es una obra de ciencia-ficción distópica? Podría ser también, Titus Alone encaja en el género a la perfección, aunque nunca llegaremos a saber cuáles eran las intenciones de Mervyn Peake ni hasta dónde quería llevar su historia.




A pesar de que la trilogía de Gormenghast posea un tono oscuro y retorcido, Mervyn Peake fue un tipo amigable, de vivo ingenio, romántico y amante de su esposa y sus hijos.
Peake era un artista exuberante y de talento, cuya carrera quedó interrumpida para siempre por la enfermedad.
Mervyn Peake murió en 1968 cuando contaba sólamente con 57 años. Su dolencia, que no fue ni diagnosticada ni comprendida en su tiempo, fue un reclamo sensacionalista de algunos periodistas y detractores para otorgar un halo morboso a su obra y desprestigiarla, como si toda ella fuera resultado de su enfermedad. Ciertamente, la salud mental de Peake se deterioró profundamente, sufría de alucinaciones, delirios, así como de problemas cognitivos serios, parkinsonismo y desmayos. La terapia electro-convulsiva a la que fue sometido no ayudó en nada, ya que en realidad Mervyn Peake padecía una enfermedad neurodegenerativa que hasta hace pocos años no había sido siquiera descrita: demencia de cuerpos de Lewy.

Su dolencia no le permitió finalizar su obra cumbre, la historia de Titus Groan, septuagésimo séptimo conde de Groan y heredero de la inmensa mole de Gormenghast.
Peake nos legó Titus Groan (1946), Gormenghast (1950) y Titus Alone (1959). Esta última novela fue reeditada en 1970 gracias al trabajo de Langdon Jones, amigo personal de Peake, que recuperó textos que habían sido mutilados y eliminados de la chapucera primera edición. Hay que tener en cuenta que cuando Titus Alone se publicó por primera vez, Peake ya tenía avanzada su enfermedad. Es por ello que muchos opinan que quizás Titus Alone posea más de la dolencia de Peak que de su talento.

Existe una novela corta, Chico en la oscuridad (1956) que pertenece también al mundo de Gormenghast, en concreto al segundo volumen.


Manuscrito e ilustración de Peake


Gormenghast es un enorme y laberíntico castillo encaramado a una mole de roca. Es el territorio y feudo de los Groan (en inglés gemido o gruñido), una dinastía noble aislada y excluida del resto del mundo, inmersa y absorbida por ella misma en una grotesca atmósfera endogámica y ciega; temerosa y encadenada a la tradición, ceremonia y rituales más absurdos.

Titus Groan comienza con el nacimiento del heredero de Lord Sepulcravo y Lady Gertrude, un niñito de hermosos ojos violetas, que crecerá rodeado de decenas de servidores, un séquito de excéntricos cortesanos y el desapego absoluto de sus padres. Una madre únicamente preocupada por sus gatos blancos y los pájaros; algunos de ellos incluso han hecho sus nidos entre las marañas de sus cabellos pelirrojos. Un padre encerrado en su biblioteca, eludiendo sus responsabilidades como gobernante y que lentamente va enloqueciendo, creyéndose estar metamorfoseando en búho. 
Y como antagonista aparece el maravilloso personaje de Steerpike o Pirañavelo, un pinche de cocina que, con su inteligencia maquiavélica, decide hacerse dueño de su propio destino, superando su rol social y rompiendo los preceptos y bases del mundo de Gormenghast para intentar convertirse en el Maestro del Ritual.
Pirañavelo es héroe y villano, un revolucionario que se convierte en criminal, víctima del miasma de Gormenghast como lo son todos los demás... salvo Titus.

 Fuchsia Groan por Mervyn Peake

Mención aparte creemos que merece el personaje de Fuchsia, la hermana mayor de Titus, y que permanece ignorada por casi todos en el castillo. Es mujer, no puede ser hederera, no tiene poder. Fuchsia Groan es una adolescente caprichosa, con frecuentes estallidos de rabia pero que en realidad esconde un corazón dulce y amable; se evade de la realidad escondiéndose en su ático secreto para abandonarse a la ensoñación y a la lectura de cuentos fantásticos. Fuchsia sueña con que la amen... pero Gormenghast no es el lugar más adecuado para el amor.




Titus Groan como libro despliega ante los ojos del lector un abanico de personajes caricaturescos al más puro estilo del esperpento de Valle-Inclán, donde lo absurdo, el drama, la parodia y el horror se dan la mano.
Todo esto mediante un estilo muy visual (no en vano Peake era ilustrador), descriptivo y meticuloso hasta casi la exasperación. Como una pintura de Brueghel el Viejo o el Bosco.
Titus Groan fue prologado nada más y nada menos que por Anthony Burgess. Peake contaba con admiradores de la talla de Dylan Thomas o Graham Greene, aunque su reconocimiento no llegó hasta después de su muerte.

En el segundo libro, Gormenghast, Mervyn Peake nos relata la niñez y adolescencia de Titus, de la opresión de una sociedad anclada en el pasado y los rituales vacíos, que provocan pavor en nuestro protagonista. También nos cuenta sobre el fracaso de la voluntad de Pirañavelo.

No es un mensaje optimista el que nos quería transmitir Mervyn Peake, sino la agonía y desmoronamiento de un mundo sumergido en el crepúsculo.

En el tercer libro, Titus Alone o Titus Solo, el personaje principal emerge al mundo exterior. De una realidad pre-industrial nos topamos con elementos de alta teconología como videoconferencias, rayos asesinos y... científicos. La sexualidad anteriormente reprimida, se desborda. Es un salto enorme respecto a las dos anteriores novelas, lo que la hace menos comprendida y subraya las dudas sobre la estabilidad mental de Peake mientras la escribía.
Es evidente que Peake plasmó en Titus Alone sus propios temores, haciendo que su protagonista dudara entre lo que es real o no; y la atmósfera en general es más extraña si cabe, que en sus predecesoras. Titus Alone está más cerca de Lord Dunsany o Philip K. Dick... sobre todo de este útlimo, que sobre desgarros mentales sabía también un poco.

En Titus Alone Peake expresa que, tanto el arraigo al pasado y la tradición como el aferrarse al futuro como vía de escape, es estúpido y peligroso.

En 2011, centenario del nacimiento de Peake, se publicó Titus Awakes, con esbozos que dejó el autor sobre lo que le habría gustado que fuera su cuarto libro. Los textos fueron recopilados y engarzados por su viuda, la también pintora Maeve Gilmore.

La saga de Gormenghast es muy querida fuera de España y ha tenido múltiples adaptaciones, incluso una ópera.
En radio ha sido dramatizada profusamente en diversos países a lo largo del tiempo, y en el año 2000, la BBC produjo una miniserie muy recomendable donde se estamparon los dos primeros libros. Christopher Lee, que no se pierde una, hacía aparición en ella; así como Jonathan Rhys-Meyers interpretando a un Pirañavelo memorable.



¿Y cómo se pueden conseguir estos libros? Es una buena pregunta, porque en castellano la cosa está algo complicada de momento. 
Lo ideal es que si tenéis la pericia suficiente en inglés, os hagáis con ellos en la lengua original. Si no es así, simplemente comentaros, para que os hagáis una idea, que hasta hace escasamente 10 años, esta saga imprescindible no tenía ni traducción ni edición en español (qué vergüenza)... y los volúmenes publicados por Minotauro (con una traducción bastante esmerada aunque no incluían las ilustraciones de Peake), ya están completamente descatalogados y en el mercado de segunda mano los ejemplares son MUY escasos.
Por supuesto, no hay nada imposible, y en internet circulan numerosas versiones en epub y pdf (el que no se consuela es porque no quiere) aunque hay que andarse con ojo con las traducciones, por supuesto.


Jornadas Gastronómicas Demoniacas en La Encantaria... ¡temblad todos!

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Aleksandra Waliszewska

De nuevo Joan e Isabel, los dueños de este restaurante ya mítico de ZaraGotham, la han vuelto a liar parda.
Si creíamos que iban a parar con unas Jornadas Gastronómicas Ateas o con las dedicadas al mundo misteril, es que no sabemos todavía lo que es capaz de producir la pérfida cabecita de nuestro heavymetalchef favorito.

Unas jornadas gastronómicas demoniacas a las que estáis invitados a acudir, por supuesto. Desde el 16 de Octubre hasta el 17 de noviembre tenéis tiempo para degustarlas.
Y antes de que algunos pongáis el grito en el cielo, el emplear cinco minutillos en leer lo que tenéis a continuación puede ayudaros a comprender que estas Jornadas son, ante todo, para personas con sentido del humor y ganas de comer bien... Los prejuicios en la puerta afuera, gracias.

Prólogo:

"Demonios, espíritus impuros, criaturas sobrenaturales malévolas... hay muchas maneras de denominar lo que para el ser humano ha sido la encarnación de la Maldad, del dolor y sufrimiento; de la enfermedad, de la mentira, de la guerra y de la muerte.
Los enemigos más implacables del hombre, su Némesis y eterna fascinación también.
Da igual que acudamos a Sumer, a los pueblos inuit, a nuestra tradición judeo-cristiana o al lejano Japón.
Ellos siempre han estado entre nosotros porque son nosotros.
Son proyecciones de nuestros más arraigados temores y muestra de lo que el ser humano es capaz de hacer. Han sido siempre una manera efectiva de cercenar aquello de nosotros mismos que nos asquea, nos aterra; y construir un monstruo al que culpar, combatir... o adorar.
Los demonios siempre han dicho mucho de nuestra propia naturaleza, y como nosotros, han ido variando con el transcurrir de los siglos. Muchos de ellos no nacieron como entidades malvadas, ahí tenemos al nórdico Loki, o a los semíticos Baal y Astarté, que acabaron derivando en Lucifer, Beelzebub y Astaroth. Ahí están los asuras de la mitología hindú, deidades de naturaleza perniciosa enemigas de los dioses (devas) pero cuyas raíces en realidad no tenían nada particularmente maligno, como se puede rastrear en los Vedas o en el mazdeísmo.
Los dioses y los demonios cambian de nombre y características; es en ocasiones incluso difícil discernir entre unos y otros, porque en el fondo, ambos son capaces de traer la desgracia al ser humano... así como bienes indescriptibles. El Yavé del Antiguo Testamento es conocido por su despótica crueldad o la personalidad de cualquier dios del panteón olímpico también dejaba mucho que desear en cuestiones de ética y responsabilidad. ¿Y qué podríamos decir de los youkai de Japón? ¿Son maléficos o benévolos? Imposible dilucidar esa cuestión, ni los propios japoneses lo tienen claro.
Dioses y demonios hechos a nuestra imagen y semejanza por todo el planeta.
Y aquí estamos, en La Encantaria, conociendo a unos pocos de ellos a través de las habilidosas manos de Joan. Una fuente de inspiración a la que también acudieron Goya, Dostoievski o Black Sabbath; y los resultados no estuvieron nada mal.
Para disfrutar de este espléndido menú hay que dejar atrás nuestros propios prejuicios y ser capaces de distinguir entre lo que podría ser un acto de veneración o provocación... y lo que es, sencillamente, una manera diferente de disfrutar de la comida. ¡Y qué comida!
Que aproveche y la gocéis."



Toda la información pormenorizada sobre los platos que vais a poder degustar la tenéis aquí mismo:







Y, ¿dónde está La Encantaria? Pues en la  calle Sevilla nº 7 (tlf 627944502) en Zaragoza y se recomienda hacer reserva telefónica.





Vuelta de Tuerca

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Es muy complicado intentar reducir en el humilde espacio de un blog la figura de uno de los escritores norteamericanos más influyentes e importantes de la literatura del s. XIX y XX. Sin él, autores como Dos Passos, Gertrude Stein, o Hemingway no habrían redescubierto Europa, por ejemplo; y muchas características de la novela moderna que ahora tenemos asumidas y consideramos habituales, no existirían. Sin más.
Henry James (1843 - 1916) se puede considerar el principal adalid del Realismo Americano, fue contemporáneo de Flaubert, Zola y admirador de Balzac, George Sand o Iván Turguéniev.
Para él la novela, en sus propias palabras, debía "representar la vida" y "sus personajes deben ser reales y de tal catadura que podamos encontrárnoslos en la vida real." Y es lo que hizo Henry James en sus obras, pero lógicamente a través del filtro de sus propias experiencias vitales...


Henry James


Henry James, nacido en Nueva York en el seno de una familia de intelectuales, creció en un ambiente entusiasta de la cultura y el arte. Estudió con diferentes tutores en Italia, Suiza, Inglaterra, Alemania o Francia junto a sus hermanos, lo que impregnó sus obras de un aire cosmopolita. En ellas representaba un mundo refinado vasallo de la inteligencia, el arte y la cultura, donde destacaba la continua batalla entre el individuo y la sociedad. Y todo ello a través de un estilo muy personal y complejo, oblicuo, en zigzag; donde las reglas gramaticales a veces se comban en largas oraciones, casi incomprensibles, que se desgranan en digresiones imitando el tomo íntimo y la ambigüedad de la conversación humana.

¿Cómo puede ser que el autor de obras como Retrato de una dama (1881) o La copa dorada (1904), profundas y minuciosas estampas psicológicas de la sociedad que frecuentaba, se interesara por... ¿los cuentos de fantasmas? ¡y que los escribiera... y no pocos además!

El propio Henry James reconocía que la temática sobrenatural no era su predilecta y que se inclinaba más a la observación de lo real, de lo familiar. Pero quizás a causa de malas experiencias personales, como la muerte de sus padres y la de su querida hermana menor, Alice; o la nefasta recepción de sus obras teatrales, James se aisló, se fue a vivir a una típica casona georgiana en un pueblecito de Sussex y comenzó a rumiar lo que sería la novela que hoy nos interesa: Vuelta de tuerca (1898).

Primera edición de Vuelta de tuerca

Para Henry James lo sobrenatural fue en realidad una herramienta para profundizar en la descripción de emociones o pensamientos que a través del realismo no habría podido plasmar.
El pensamiento mágico no dejaba de vincularse con lo primitivo, lo irracional, lo ancestral; era al fin y al cabo la evasión de la mentalidad pragmática, burguesa y capitalista de la sociedad victoriana. Por ello, las historias de fantasmas estaban muy en boga en la época y Henry James, en un afán rigurosamente experimental, decidió adentrarse en la novela gótica pero desde una óptica diferente, una perspectiva que lo cambiaría todo.

Tanto Henry James como su hermano William, psicólogo, filósofo pragmático y hombre de Ciencia, estaban muy interesados por el fenómeno espírita, muy célebre en esos años. William James, como científico, estudió este fenómeno y sus investigaciones fueron presentadas en la Society for Psychical Research (SPR). Vale la pena comentar que en esta prestigiosa institución militaron varios premios Nobel y profesionales de ramas tan dispares como la astronomía, la filosofía, la literatura o la física.

Tomando como base las actas clínicas de los casos estudiados de la SPR, Henry James fue construyendo un mundo fantasmagórico que rompió totalmente con la visión tradicional gótica. Sus espectros surgen a la luz del día, son silenciosos, son reconocibles. La figura del fantasma se diluye para convertirse en una metáfora, para transfigurarse en las proyecciones de la psique de los personajes o ser sencillamente el símbolo de las relaciones entre ellos.

 Los dos hermanos James

Pero, ¿cuál es el argumento de Vuelta de tuerca? ¿De qué va? ¿A qué viene tanto revuelo?
Vuelta de tuerca cuenta en primera persona la historia de una (apocada y reprimida) institutriz que es contratada para educar a dos niños de aspecto angelical en una apartada mansión victoriana. Pero el edificio guarda turbios secretos que han sobrecogido las mentes de los dos pupilos, y en su determinación por protegerlos, la institutriz comienza a ser testigo de fenómenos inexplicables: fantasmas.

Las influencias de esta novela son muy variadas y reconocibles: tenemos una parodia elegante de la Jane Eyre de Charlotte Brontë, el historial clínico de Lucy R. de la obra La histeria de Sigmund Freud; la balada de Goethe El rey de los elfos o El cuento de la vieja niñera de Elizabeth Gaskell. Henry James declaró que el germen inicial fue la espeluznante historia que el arzobispo de Canterbury, Edward White Beson, le relató una noche de invierno en su solitaria casa de Sussex. Esta historia era sobre unos niños que estaba poseídos por los espíritus de dos criados muertos.

El arzobispo poniendo en canción a James

Desde nuestra panorámica, algo bastante inofensivo e incluso candoroso, ¿cierto? Pero Henry James da una vuelta de tuerca al asunto.
A través de la típica estructura narrativa concéntrica de novelones góticos como Melmoth el Errabundo, el Monje o Los misterios de Udolfo, de reminiscencias oníricas, James creó un texto ambiguo, oscuro, indeterminado. ¿Es cierto el testimonio de la institutriz? ¿Lo que sucede tiene una explicación racional o sobrenatural?
Esta obra, como su propio autor manifestó, es "una trampa para incautos". El lenguaje encubierto y de doble sentido, la vaguedad absoluta y las lagunas para nada azarosas, aumentan el interés así como el desasosiego y terror del lector, que proyecta sus propios temores o deseos en los personajes.
¿Son los niños víctimas del profundo desequilibrio psicológico de la institutriz, estando indefensos y a su completa merced? ¿O en realidad se están haciendo los inocentes?
Es un estudio primoroso de la maldad humana.

No en vano, Vuelta de tuerca es uno de los relatos de temática sobrenatural que más se han interpretado y estudiado, sin llegar a ninguna conclusión en firme. Se ha hecho desde la perspectiva marxista, feminista, deconstruccionista, homoerótica... Es lo que tiene una obra deliberadamente equívoca.
Oscar Wilde dijo de ella: "Es un cuento absolutamente extraordinario, terrorífico, venenoso, como una tragedia isabelina".


La novela tuvo desde muy temprano multitud de adaptaciones teatrales y cinematográficas, incluso operísticas. Algunas más afortunadas que otras y todas ellas con la enorme dificultad de su interpretación. Desde la Tabla Esmeralda destacamos tres muy concretas:

El telefilm The turn of the screw (1959) protagonizado por la grandísima Ingrid Bergman y que le valió un premio Emmy por su trabajo.


            


The Innocents (1961) de guion co-escrito por Truman Capote y con una Deborah Kerr rutilante.

   
La gran Kate Bush también buscó inspiración en James para crear sus canciones

Y El celo (2000) del mallorquín Antoni Aloy, donde Lauren Bacall y Harvey Keitel no dejan a nadie impasible con sus interpretaciones.


                             


Para los interesados en otros relatos de Henry James dedicados a fantasmas, recomendaros la publicación de Valdemar 13 cuentos de fantasmas, donde también se incluye Vuelta de tuerca. El precio es... digamos que impactante, pero la cuidada edición de la Colección Gótica, bien lo vale.
Para a los que la economía apriete algo más (habitual en estos tiempos) y estéis suscritos a scribd, este enlace os será de gran utilidad. 



Cowboys from Hell

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Es casi imperdonable que en la Tabla Esmeralda todavía no hayamos siquiera mentado a uno de los personajes comiqueros más relacionados con lo sobrenatural que existen: El Motorista Fantasma.

Obviamente, existen muchos más que poseen habilidades mágicas, como nuestro querido Doctor Extraño, la Bruja Escarlata, la maravillosa Zatanna o Ilyana Nikolievna Rasputina, alias Magick. Pero el Motorista Fantasma tiene una serie de cualidades y un origen intrincado que lo hacen uno de los favoritos de muchos lectores. Así que en las siguientes líneas vamos a presentarte, someramente, al espíritu de la venganza del mundo del cómic, la calavera llameante, el motorista venido del Infierno.


El Motorista Fantasma es un anti-héroe clásico que nació en la mente de Gary Friedrich y el inefable Stan Lee allá a inicios de los años 70. Su origen no es simple ni tampoco ha habido un único motorista fantasma, así que, para no liarnos demasiado, os lo vamos a contar como si fuera un pequeño cuento de terror...

 Gary Friedrich enfrentándose a su criatura

¿Alguien sabe quién es Mephisto? ¿Y Zarathos
Pues con ellos empieza la rocambolesca historia del Motorista Fantasma. 
Mephisto en el universo Marvel es un demonio extremedamente poderoso de origen desconocido. Se ha hecho pasar por Satán, Belcebú, el Diablo... aunque no lo es en realidad. Ni siquiera se conoce su verdadero nombre, pues Mephisto es simplemente otra manera que tienen los humanos de llamarlo inspirándose en el Fausto de Goethe.
Mephisto reina en sus propios dominios extradimensionales, habitado por otros demonios menores que le sirven y los espíritus de seres humanos a los que ha esclavizado. Su afán por poseer todo tipo de almas es casi coleccionista y no se para únicamente en las de seres humanos, es bien conocida su codicia por el espíritu de Estela Plateada o la del mismísimo Thor.
A Mephisto le gusta llamar a sus dominios "Infierno", aunque no tenga nada que ver con él, pero aprovecha el pavor que suscita ese hipotético lugar para dominar a través del miedo las voluntades de los humanos.
Las mismas pretensiones coleccionistas tenía el demonio Zarathos, que aliándose con un shaman, empezó a acumular tal número de almas humanas que llamó la atención de Mephisto.
El poder de ambos rivalizaba, así que Mephisto, a través de una estratagema, decidió finalizar con ese problema y someter a Zarathos a su voluntad. Y lo consiguió, no sin antes enzarzarse en una épica batalla, por supuesto.

Zarathos haciendo una declaración de principios


Mephisto continuó aumentando la población de su "Infierno", ahora con Zarathos como súbdito forzoso, y realizando pactos fraudulentos con humanos desesperados. Así es como en el s. XX se topa con Johnny Blaze, descendiente de un antiguo "cliente" de contrato. Pero Johnny Blaze es distinto a otros "socios" que haya tenido Mefisto, es heredero de un talismán, de un Medallón de Poder, cuya posesión tiene para su dueño digamos que consecuencias... imprevisibles.

Johnny Blaze, acuciado por la inevitable muerte de su padre adoptivo, el motorista acrobático Crash Simpson, a causa de una enfermedad, realiza un pacto con Mephisto en el que le entregará su alma si le salva la vida. Mephisto accede pero, por supuesto, reservándose sus habituales argucias.
Crash Simpson sana, pero oh, sorpresa, muere al poco realizando un nuevo número acrobático con su moto. Mephisto exige su pago igualmente (faltaba más) pero Johnny Blaze, junto a la hija de Crash, Roxane, le hacen frente conscientes de la estafa y logran rechazarlo. Pero la lucha tiene sus secuelas y Mephisto consigue en la lid unir la esencia del demonio Zarathos al cuerpo de Johnny Blaze.


A partir de entonces Zarathos y Blaze encarnarán el Espíritu de la Venganza del Motorista Fantasma, lucharán por su control fusionando ambos sus espíritus y cada noche irán a la caza, captura y castigo de todos los criminales que se crucen por su camino. Sin excepción, sin piedad... sin control.
Los destrozos que causa Zarathos son preocupación de Blaze, lo que lo lleva a buscar siempre una manera de exorcizar la esencia de este demonio fuera de su cuerpo.

Cuando Blaze se convierte en el Motorista Fantasma, su cabeza se convierte en una calavera llameante y sus ojos poseen "la mirada del castigo", que es capaz de provocar en la víctima el mismo dolor y daño que esta haya provocado a su vez. La moto que conduce posee unas ruedas compuestas de fuego infernal místico.

Con el tiempo, Blaze consigue liberarse de Zarathos y el Motorista Fantasma no vuelve a surgir en él... pero sí en su hermano perdido, Daniel Ketch.

Pero, ¿qué es el Motorista Fantasma?
El Motorista Fantasma es un Espíritu de la Venganza creado por Dios, a su servicio, y que solo puede ser destruido por Él. Es la furia de Dios. No hay un único Espíritu de la Venganza, y su existencia está vinculada a la lucha contra fuerzas sobrenaturales del Mal. De hecho, los Espíritus de la Venganza combatieron hace siglos contra Zarathos; y para vencerlo, se sacrificaron fusionando sus esencias y creando el Medallón de Poder. Este Medallón acabó fragmentado en manos de dos familias, una de ellas la de Johnny Blaze.

Y esta embrollada y culebronesca historia es, muy por encima, la del Motorista Fantasma, donde genios como Gil Kane, John Byrne, DeMatteis o nuestro compatriota Salvador Larroca han desplegado su talento. Un personaje oscuro, tortuoso, cruel, místico y a ratos grotesco que no podéis perderos.

By the way, como muchos personajes de cómic, el Motorista Fantasma también tiene sus propias versiones cinematográficas... de las cuales os recomendamos encarecidamente huyáis como de la peste

Desde luego no es de lo mejor que has hecho, amigo Cage


Si estás escuchando el audio del podcast, te recomendamos le eches una oreja a la entrevista que mantuvimos en la Tabla Esmeralda con Salvador Larroca... ¡que la disfrutes!




Jornadas Gastronómicas dedicadas al mundo del "Misterio" de La Encantaria

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Pues sí, durante todo el mes de junio, van a celebrarse unas jornadas gastronómicas muy especiales que van a dar mucho que hablar. Y como no puede ser de otra forma, será en La Encantaria de Zaragoza, un pequeño-gran restaurante que se está haciendo, a base de su esfuerzo e imaginación, un lugar en nuestros estómagos (y corazones). Joan e Isabel, amantes como son del Misterio, quieren celebrar con todos vosotros la llegada del verano con un menú que seguro hará chuparos los dedos; así como rendir un homenaje a tantos personajes y enigmas clásicos que veréis reflejados en sus platos:




Como siempre, cada plato ha sido reflexionado y confeccionado con absoluta atención, aquí tenéis su historia:




Y, ¿dónde está La Encantaria? Pues en la calle Sevilla nº 7 (tlf. 627944502) en Zaragoza y se recomienda hacer reserva telefónica.





¡Es una cita que no os podéis perder! ¡Buen provecho a todos!

¡Las "confes", amigos!

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Como todos los años, el grupo S.I.P.E., al que tengo el honor de pertenecer, organiza su ciclo de conferencias dedicadas a... sí, ¡al misterio! Toda una tradición indispensable por estos lares. La cita será el 4 de mayo en la localidad de Pinseque (Zaragoza). ¿No te suena dónde está? Te damos las coordenadas: 41º 44' 16,86" N. 01º 05' 57,84 O.



La Casa de Cultura Puysec se encuentra en C/ Campo nº 17.

La apertura de puertas será a partir de las 10:30 de la mañana y la jornada comenzará a las 11:00 con la presentación de Hay otros mundos, pero están en este (Ediciones Cydonia) en el que tanto mis compañeros de Dimensión Límite como yo hemos participado.

Después continuaremos con las siguientes ponencias:


Luis Silva  Alquimia: en busca de la Piedra Filosofal

Pausa para almorzar

Marcelino Requejo:  Más allá de la casualidad

Carlos G. Fernández:  Psicofonías: consejos de grabación y escucha

Anabela Cardoso:  Cuadernos TCI 


Mesa redonda moderada por Javier García Blanco.


Después de cenar, realizaremos de cara al público que quiera acercarse y participar con nosotros, la grabación del programa de radio Dimensión Límite. Estarán con nosotros también el dúo mágico de Ciencia & Ficción, Yvan Figueiras y Mikel Navarro.

Aunque la entrada será libre y gratuita hasta completar aforo, todos los asistentes deberán traer 1 kilo de comida no perecedera, como por ejemplo: aceite, leche, latas, galletas, cereales, embutidos envasados al vacío, arroz, pasta, lentejas, garbanzos, judías blancas, harina, sal, caldo, tomate frito, zumo o pan de molde. Todo lo recaudado será recogido por la ONG Cáritas para repartirlo entre los más necesitados.

¡Estáis todos invitados!





Para los que vengáis de fuera, existe la siguiente oferta hostelera en las cercanías:


Avenida Diagonal, 11 - 50197 - Zaragoza

Acceso por A-2 km 311 



A-68 km 258 - 50298 Pinseque


Hay otros mundos... pero están en este

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Desde la Tabla Esmeralda queremos invitaros a conocer el último proyecto de esta familia radiofónica que es Dimensión Límite: un libro
Y este libro se llama Hay otros mundos, pero están en este.
La frase del título no es nuestra, pertenece al poeta francés Eugène Grindel, más conocido como Paul Éluard, príncipe dadá y vicario del surrealismo.
Y como el título sugiere, es un libro que tratará de mostraros, a través de sus capítulos, diferentes mundos que conforman nuestra realidad, que están aquí, con nosotros, en los cuales nos movemos y vivimos.




David Cuevas y Ediciones Cydonia, sin la cual no habría sido posible esta nueva aventura, concibieron la idea de un libro solidario donde firmas periodísticas bien conocidas, así como profesionales de diversos campos, unieran su talento desinteresadamente para crear algo único y pionero en ese nebuloso panorama denominado por algunos como el mundo del misterio.
Un capítulo, un autor diferente, un mundo distinto
Desde la India, pasando por la Amazonia, divisando las pirámides de Guiza hasta una carretera perdida en la provincia de Zamora, son los lugares, entre otros, que os invitamos a recorrer. Historia antigua, antropología, cine, psicología, ufología, sociología... un libro multidisciplinar del que el 15% de los beneficios recaudados irán destinados a la ONG Médicos sin Fronteras; de los 19'50 euros de su precio, 3 irán directamente a su fondo de emergencias. 


¿Y quiénes son los autores? Chris Aubeck, Carlos Canales, José Antonio Caravaca, Bruno Cardeñosa, Miguel Ángel Ruiz, Víctor Martínez, Miguel Pedrero, Lourdes Gómez, Jacques Vallée, David Benito, Fran Contreras, Jesús Callejo, José Miguel Parra, Juan Ignacio Cuesta, Antonio Luís Moyano, Juan Antonio Belmonte, Vicente París, Diego Cortijo, Lorenzo Fernández, Miguel Blanco, Carlos G. Fernández, Moisés Garrido, Manuel Carballal, Yvan Figueiras, Marcelino Requejo, Beatriz Erlanz, David y Germán Tenorio, J.J. Benítez, José Juan Montejo, Mikel Navarro, Oscar Iborra, Manuel Berrocal, Jaume Esteve, José Luís Ortiz, José Miguel Pérez Navarro, Anabela Cardoso, Fernando Rueda, Juan José Sánchez-Oro y David Cuevas.


Casi nada, chavalada.

Aquí puedes adquirir tu ejemplar y también descargar en pdf las primeras páginas de esta obra, así como curiosear la temática de sus capítulos: 




Kitsune de nueve colas aterrorizando al príncipe Hanzoku


¿Sabes qué es un kitsune? Pues en las páginas de este libro lo podrás averiguar, en concreto en el capítulo en el que servidora da rienda suelta a su obsesión con Japón, haciendo una introducción a su folclore fantástico.

Pero mis compañeros de Dimensión Límite, Mikel Navarro, Yvan Figueiras, Chris Aubeck, Diego Cortijo, Lourdes Gómez, Juan José Sánchez-Oro, David Cuevas, Oscar Iborra y José Juan Montejo tampoco se quedan atrás, con unas aportaciones magníficas que seguro os sorprenderán... ¡generación DL!

Gracias a todos por estar allí y deseamos de todo corazón que disfrutéis de este libro.



1ªs Jornadas Gastronómicas Ateas de... ¡La Encantaria!

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Como no podía ser de otra forma, La Encantaria nos vuelve a sorprender con unas jornadas muy adecuadas para los próximos días de vacaciones religiosas que nos esperan.
Con sano sentido del humor y el habitual excelente buen gusto de su chef, Joan Rosell; creyentes y no creyentes estáis invitados a disfrutar de un menú que seguro no os dejará indiferentes:




Como los habituales de La Encantaria sabréis, cada plato de las jornadas tiene su propia historia... nada se deja al azar:




Y, ¿dónde está La Encantaria? Pues en la  calle Sevilla nº 7 (tlf 627944502) en Zaragoza y se recomienda hacer reserva telefónica.





¡Que aproveche!

Sobre festines y dietas extraños

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El canibalismo. Un tema bastante perturbador, morboso e, incluso, algo incómodo, que horroriza como fascina a la sociedad contemporánea occidental. Nos remite a tiempos pretéritos, a gentes y pueblos primitivos, a ancestrales ritos o costumbres feroces; o también a crimen, desesperación y enfermedad mental.

Según el diccionario de la lengua española de Espasa Calpe, el canibalismo es “la costumbre de comer carne de seres de la propia especie, sobre todo por parte de los hombres.”
¿De dónde procede esta palabra? Pues es una deformación del nombre de una tribu de las Antillas, Venezuela y las Guayanas, los indios caribes, con los que los españoles se toparon al llegar a América; y a los que describieron como belicosos, feroces y con la característica de devorar a otros pueblos, como los taínos. Es muy difícil tratar de discernir si realmente los bravos indios caribes practicaban el canibalismo, probablemente lo hicieran, pero lo que sí es cierto es que españoles y más tarde holandeses, franceses e ingleses, utilizaron este pretexto para esclavizarlos a ellos y a otra multitud de pueblos más, como los maoríes, melanesios y otros pueblos del Pacífico.

Teniendo clara ya la etimología de la palabra, podríamos distinguir también entre canibalismo y antropofagia. El canibalismo siempre, a nivel antropológico, estará vinculado a un ritual; en cambio la antropofagia solo designa el consumo de carne humana por parte de otros seres humanos sin un contexto específico. Y habría que distinguir también entre endocanibalismo y exocanibalismo, señalando que casi nunca coexisten ambas formas en una misma sociedad. Pero esta clasificación, aparentemente tan cabal y simple, es engañosa y no es capaz de abarcar todo el fenómeno en sí. Muchos discreparían y con toda la razón. Debemos ser claros: el canibalismo es un fenómeno antiquísimo y poliédrico. Intentar domeñarlo o analizarlo es muy complicado; y esta Tabla Esmeralda con total seguridad no arañe ni la superficie, ni abarque las suficientes perspectivas para intentar comprenderlo satisfactoriamente. Dejémoslo en un pequeño conato algo presuntuoso... pero con las mejores de las intenciones.

El navegante alemán Hans Staden describió con detalles minuciosos parte de la dieta de los indios tupinambáes de Brasil


Se podrían mentar centenares de anécdotas, historias y verdaderas tradiciones vinculadas con el canibalismo en todos los continentes habitados, en todos. Y Europa y España no se libran de ellas, desde la estigmatización de la población judía a través del monstruo que devora niños (como el sacamantecas); hasta la figura del vampiro, con un cruel y sospechoso de prácticas caníbales príncipe válaco de inspiración, Vlad Tepes; o una noble húngara de costumbres sádicas y atribuciones también muy sangrientas, Isabel Báthory. Esto se debe a que el canibalismo, por mucho que nos cueste aceptarlo, forma parte de nuestro legado histórico-cultural como seres humanos. El canibalismo, tanto en las sociedades donde ya no se practica como tal hasta en los últimos reductos de las selvas de Borneo, ha tenido siempre múltiples caras e interpretaciones; puede ser un símbolo de creación, de unión con la divinidad, puede representar el acto que ampara el orden cósmico y por ende, un sustentador de la cohesión social. En nuestra propia sociedad judeo-cristiana la religiosidad está fundamentada en el concepto de un dios devorado, la comunión con él a través de su carne y sangre. Y junto a todo esto, aparece también la noción de sacrificio, que acompañará en multitud de ocasiones al canibalismo ritual.

Pero, ¿desde cuándo tenemos atestiguadas prácticas caníbales entre humanos? Dejando de lado las ideas febriles del húngaro Oskar Kiss Maerth, que en su obra del año 1969 El principio era el fin, afirmaba que los simios habían evolucionado hasta el homo sapiens a consecuencia de la ingesta de cerebros frescos de sus congéneres; sí que es cierto que el canibalismo lo tenemos atestiguado desde muy antiguo...
Se encontraron en nuestro país, en concreto en una cueva cercana a la población asturiana de Vallobal, los restos de una monumental comilona caníbal perpetrada por neandertales hace más de 40.000 años. Pero podemos ir mucho más atrás en el tiempo, en Atapuerca, se han hallado restos de humanos devorados por otros humanos, incluidos niños. El homo antecessor se devoraba a sí mismo de manera sistemática y violenta, sin indicios de la existencia de ningún ritual. ¿Por qué? Es una buena pregunta, quizás nunca lleguemos a saber la respuesta. Lo que sí está claro es que nuestros antepasados evolutivos se comían los unos a los otros... y el homo sapiens, también.


Recreación de un homo antecessor hembra practicando canibalismo


Por diversos motivos, los homo sapiens también nos hemos comido los unos a los otros, no podemos negar que ha sido y es, una expresión de nuestra propia naturaleza. El canibalismo ha servido a diferentes fines, criminales, religiosos, de cohesión social, comunión o sencillamente alimento. Y que también, desde la Antigüedad Clásica occidental, ha sido símbolo de barbarie, una de las últimas fronteras que separan lo humano de lo inhumano, del salvajismo, de la bestialidad.

En las diferentes culturas de diversos pueblos, son conocidos mitos y leyendas que hablan de canibalismo como una práctica aberrante... o no. Tenemos de ejemplo a la diosa marina Sedna, perteneciente al pueblo Inuit, señora también del Inframundo, y que según algunas leyendas, poseída de un hambre furiosa, intentó devorar a sus propios padres. No es un deidad amable con los humanos, a los que engulle si se topa con ellos.
En la mitología escandinava, encontramos también en la figura del gigante Ymir, remanentes de un canibalismo primordial donde este gigante mitológico, es asesinado y desmembrado para que de él se forme el mundo tal como lo conocemos, Midgard. Algo similar sucede con otro gigante de la mitología de la India, Purusha, de cuyo cuerpo y sangre surge todo lo existente gracias a que los devas lo matan y descuartizan. Entre los indios algonquinos, habitantes del norte de Estados Unidos y Canadá, es conocida la leyenda del Wendigo, espíritu de los bosques más profundos, que lleva la locura con su llamada allá donde va, y que no es mas que la representación de la demencia y oscuridad humanas que provocan el aislamiento y la soledad en los largos inviernos septentrionales, conduciendo al canibalismo por falta de alimento a los que lo sufren.
Pero el mito más conocido de canibalismo es, sin duda, el que Cronos cometió con sus hijos, aunque no es el único. La hija del rey de Atenas, Procne decide vengarse de su marido, el tracio Tereo, por haber violado, cortado la lengua y aprisionado a su hermana pequeña, Filomela. Su acción, proveniente de la furia y la desesperación, consistió en matar, guisar y ofrecer a Tereo en un opíparo banquete al hijo de ambos, Itis. Pero el canibalismo también aparece disfrazado en la mitología clásica en multitud de ocasiones: algunas divinidades infernales como las Keres, llamadas “las perras de Hades”, se dedicaban en las batallas a descuartizar y beber la sangre de los guerreros; tampoco los cíclopes hacían ascos a la carne humana y Hércules dio de comer al rey tracio Diomedes a sus propias yeguas, que ya estaban acostumbradas a una dieta así de especial.


El banquete de Tereo de Rubens

Históricamente, tanto Heródoto, Tácito, Flavio Josefo o Juvenal registraron actos caníbales, tanto culturales, religiosos como por pura hambre. Nadie duda que durante los largos y terribles asedios de las ciudades que trataban de resistir, se acudiera a prácticas caníbales, como sucedió en Numancia, Sagunto... 
El civilizado Egipto tampoco se libra: al final del Imperio Antiguo, en el tercer milenio antes de Cristo, durante "los años de los chacales",  la tremenda hambruna dirigió a la población a la antropofagia. Tampoco hace falta irse tan lejos: ya en la Edad Contemporánea, durante la II Guerra Mundial en el atroz sitio de Leningrado, los actos de canibalismo se multiplicaron de manera exponencial. El rigor del invierno (40 grados bajo cero) y casi 900 días de acorralamiento en la oscuridad, condujeron a miles de ciudadanos a la necrofagia, asesinato y canibalismo. Existían bandas organizadas que, de distrito en distrito de la ciudad, "cazaban" literalmente ciudadanos para luego devorarlos. Se vendía carne humana en los mercados
También está perfectamente documentado el canibalismo desesperado durante el Holocausto Ucraniano (Golodomor), una hambruna creada artificialmente por Stalin para someter a los kulaks o terratenientes. La llamada colectivización llevada a cabo en la Unión Soviética para apoyar el proceso de industrialización profunda del país, hizo que muchos kulaks se rebelaran y que millares de mujiks o campesinos, tuvieran que huir de los campos a las ciudades, acuciados por el hambre. Murieron entre 1932-1933 casi 4 millones de personas, siendo esta un cifra a la baja. Y, por supuesto, la antropofagia campó a sus anchas.
El desesperado éxodo de los mujiks, obligó a tomar también medidas drásticas al considerárseles "traidores". Pero no solo a ellos, sino a otros "elementos desclasados y elementalmente dañinos" como vagabundos, pequeños delincuentes comunes, antiguos comerciantes, etc, que fueron deportados a Siberia y el norte de Kazajistán, sin casi ningún tipo de apoyo o incluso sin un techo donde dormir. Hay que señalar también que, a causa de la política de cupos que llevaba a cabo la policía soviética, también fueron enviados arbitrariamente al exilio de la taiga y estepas siberianas niños, embarazadas, ancianos o trabajadores cualificados honrados incluso por el propio régimen, cuyo delito había sido, por ejemplo, olvidarse el pasaporte en casa. En uno de esos lugares de destierro, en concreto en la Siberia Occidental, a unos 800 kilómetros de la ciudad de Tomsk, tuvo lugar la Tragedia de Nazino (1933). En esa pequeña isla del río Ob, denominada también "La isla de los caníbales", fueron deportadas 6000 personas de las que sobrevivieron solo 2000. El primer día de su llegada ya murieron 295 personas, a causa de inanición y agotamiento. La disentería, el tifus, el rigor del clima, la brutalidad de los brigadieres y el hambre hicieron el resto, provocando la muerte de millares de personas, hacinadas en una isla pantanosa de 3 km de longitud, sin ningún cobijo ni infraestructura y con solo unas cuantas toneladas de harina para repartir. El canibalismo hizo su aparición de manera imparable, y aunque se detuvieron a 50 personas por su práctica, no se pudo impedir que continuara, tanto con cadáveres como con personas vivas.
La Historia nos enseña que el canibalismo acompañó al ser humano desde la Prehistoria y... que todavía se encuentra entre nosotros.


Pareja de campesinos del Volga que secuestraba y comía niños en 1921


Uno de los sucesos más célebres respecto al canibalismo de las últimas décadas tuvo lugar en la isla de Nueva Guinea entre la tribu fore, ya que devino en una enfermedad neurodegenerativa, similar a la encefalopatía espongiforme, denominada kuru. Provocó una auténtica epidemia. El kuru era causado por un prión que se transmitía al consumir tejido cerebral humano infectado. En el caso de los fore, era una práctica endocaníbal funeraria, pero tanto en Irian Jaya como Papúa Nueva Guinea, las prácticas caníbales no han respondido siempre a este patrón, teniendo en cuenta además que esta isla del Pacífico es una de las más ricas en diversidad cultural y lingüística de todo el planeta. Por eso, para otras tribus papúes como los jalé, no hay manera de vencer y humillar a un enemigo mejor que matarlo y comerlo.
En Oceanía, entre melanesios, aborígenes, maoríes, polinesios, etc; el canibalismo no era una práctica desconocida. En las Islas Marquesas llamaban a las víctimas que canibalizaban “pescados de los dioses”, solían ser enemigos capturados en refriegas, gentes de su mismo entorno y de islas vecinas, a los que se comían en ceremonias religiosas donde renovaban su alianza con los dioses, los tiki. En Fiyi también estaba extendida la costumbre de comer víctimas sacrificiales a las que decapitaban, e incluso los jefes y nobles fiyianos utilizaban un tenedor especial ceremonial, el iaulaniboloka, para trinchar la carne de “cerdo largo”. Este cubierto tan peculiar en la actualidad se vende a los turistas con bastante éxito.
También es conocida la anécdota que protagonizó la última reina de Hawái, Lili'uokalani (1838-1917) en Londres, que al verse desdeñada por la nobleza británica, no tuvo otra genial ocurrencia que declarar que ella también tenía sangre inglesa... porque su bisabuelo había tenido el placer de zamparse el corazón del navegante y explorador James Cook. Ciertamente, James Cook pereció en 1779 a manos de nativos hawaianos que luego... se lo comieron.



Lili'uokalani, última reina de Hawái, muy orgullosa de su sangre inglesa


Una de las islas más conocidas de Oceanía, es la de Pascua, y a pesar del halo místico y enigmático que en la actualidad se le está otorgando desde Occidente, fue un lugar de alto nivel de antropofagia, que comenzó con la llegada de los pueblos polinesios a sus costas y no antes. Estos pueblos, los Rapanui, alcanzaron su apogeo de canibalismo durante las guerras intestinas entre las dos facciones principales de la isla, los hanau eepe, que representaban la élite; y los hanau momoko, que tuvieron lugar en el s. XVII. La sobreexplotación de los recursos de la isla por parte de los Rapanui había llevado a una situación tan crítica que una guerra civil era casi inevitable. ¿Y cuál de los dos grupos ostentaría el privilegio de poseer el título de hare kai tangata (o lo que es lo mismo, “los que cocinan carne humana”)? Pues los hanau momoko, que prácticamente exterminaron a los hanau eepe, matándolos y devorándolos. Fue una auténtica carnicería por ambas partes, uno de los hanau eepe tenía los cadáveres de 30 niños hanau momoko en su casa listos para comérselos en el horno típico pascuense o curanto. Este auténtico apocalipsis caníbal llevó casi al colapso a la cultura pascuense, que, con la oportuna llegada de los europeos y sus enfermedades, hicieron que a mediados del s. XIX solo quedaran 111 habitantes autóctonos en la isla.


Testigo mudo de horrores de guerras fraticidas


Pero el canibalismo en el contexto bélico no es algo del pasado, sino que pertenece al s XXI también. Sinafasi Makelo, representante de los pigmeos Mbuti de la República Democrática del Congo, denunció en el año 2003 antes Naciones Unidas que el grupo rebelde Movimiento Liberal del Congo, encabezado por Jean-Pierre Bemba, había cocinado al menos a 12 pigmeos. No es el único testimonio recogido por la ONU de las actividades antropofágicas del MLC, el obispo de Beni-Butemba acusó abiertamente de canibalismo no solo al MLC, sino a los guerrilleros del RCD-N. No se trata de acciones aisladas, sino de un instrumento de terror al servicio de la guerra y sustentado en la superstición de que consumir carne de pigmeo, sobre todo su corazón, confiere propiedades sobrenaturales. No estamos hablando de rumores lejanos como los de Macías, Idi Amin o Bokassa. Esto está sucediendo aquí y ahora.

Pero como hemos dicho con anterioridad, cualquier guerra conlleva actos de gigantesco horror, como el anteriormente mencionado de canibalismo en el sitio de Leningrado, en este caso por necesidad; o los cometidos por soldados japoneses durante su ocupación del Pacífico en la II Guerra Mundial. Sus prisioneros de guerra americanos, indios, papúes y australianos fueron tratados como auténtico ganado. Una estrategia militar organizada, donde seres humanos en campos de prisioneros fueron sistemáticamente asesinados y devorados. No fueron hechos puntuales o aislados. Historiadores como Max Hastings, Antony Beevor o el japonés Toshiyuki Tanaka, de la Universidad de Hiroshima, que fue el primero en remover el avispero, han descubierto a partir de los años noventa las atrocidades que cometieron las tropas japonesas, incluso llegaron a practicar necro-canibalismo con sus propios compatriotas caídos.


Jean-Bédel Bokassa, emulando a su admirado Napoleón, como Emperador del Imperio Centroafricano


En nuestro presente el canibalismo religioso o cultural se encuentra prácticamente desaparecido, salvo en algunas prácticas funerarias de la Orinoquía entre los yanomami, en algunas zonas de Borneo, Sumatra, Irian Jaya... o la India. 
Allí es bien conocida la secta hinduista de los Aghori, compuesta de sadhus o monjes ascetas, seguidores del dios Shiva. Los Aghori son una minoría repartida por la India, Nepal y sudeste asiático, vista con cierto recelo y hasta repugnancia por el resto de los hinduistas, ya que suelen practicar costumbres consideradas "impuras" como beber alcohol, ingerir carne, tener relaciones sexuales con mujeres con la menstruación, consumir estupefacientes como cannabis u opiáceos, sadhanas en casas encantadas, etc. Los Aghori quebrantan los tabúes sociales de su entorno deliberadamente ya que acoger y aceptar lo "impuro", es para ellos en realidad trascender la ilusión de la dualidad, superar la creencia errónea de que existan opuestos. Suelen encontrarse en las cercanías de los ríos donde se creman cadáveres, ya que practican una necrofagia caníbal, que incluye tanto la ingestión de las cenizas de los difuntos como el propio consumo de la carne. También suelen portar un cráneo humano como recipiente para beber, llamado kapala.


Dejadle beber, que tiene sed el hombre


En la actualidad, donde se considera casi universalmente un tabú el canibalismo, es la necesidad perentoria, el crimen o la enfermedad mental las que empujan estos días al ser humano a este tipo de prácticas. 
Todo el mundo conoce el caso del avión uruguayo que se estrelló en los Andes en 1972 y, hasta que los supervivientes fueron rescatados, se vieron acuciados a alimentarse con la carne de sus compañeros fallecidos.
Un caso muy reciente de canibalismo voluntario (2012) lo encontramos en Cipango: el artista y chef de 22 años Mao Sugiyama, ofreció vía twitter cocinar sus atributos sexuales (pene, testículos y escroto) al gusto del que pagara por ello 100.000 yenes. Tras su emasculación y encontrar cinco clientes interesados, los cocinó con hongos y perejil italiano. En Japón el canibalismo no es delito. Evidentemente, este caballero sufre algún tipo de trastorno mental.
También en Cipango es muy célebre Issei Sagawa, que en 1981, mientras estudiaba su doctorado en lengua inglesa en la Universidad de la Sorbona en París, asesinó a una compañera de estudios y la congeló para hacerse su propio sashimi de carne humana... femenina. Fue condenado únicamente a cuatro años de prisión por enfermedad mental y actualmente es una estrella mediática que ha realizado incluso críticas gastronómicas.

Y si comenzamos a desglosar la casi infinita lista de asesinos y criminales que han practicado el canibalismo, no acabaríamos nunca: Jeffrey Dahmer “El carnicero de Milwakee”, Armin Meiwes “El caníbal de Rottemburgo”, Arthur Shawcross, Ajmat Azimov, Manuel Blanco RomasantaEl Lobisome de Rebordechao”, “Los vampiros de Witten”... cada una de estas personas nos cuenta una pequeña-gran historia repleta de espanto, crueldad y repugnancia.


¿A alguien le apetece salir de copas con Armin Meiwes? Parece una persona agradable


¿Y qué impacto ha tenido el canibalismo, la antropofagia en las letras? ¿Cómo ha sido plasmada?
Las obras son innumerables, porque este tema en particular siempre ha sido un foco de atención por motivos muy diferentes. Así que desde la Tabla Esmeralda, vamos a tratar de acercaros los que nos han parecido los más interesantes, teniendo en cuenta que nos dejaremos siempre en el tintero muchos libros más que seguramente también merecerían que los nombrásemos.

Los hermanos Grimm, además de unos portentos en el campo de la lingüística y pioneros de la filología de su país, recopilaron multitud de cuentos pertenecientes a la tradición oral alemana. De entre todos ellos, seguro que conocéis Hänsel y Gretel, una historia como la mayoría de las que recopiló esta pareja, cruenta y desgarrada. La bruja esclaviza a Gretel, mientras que ceba a Hänsel para darse un buen festín con sus carnes después. Pero es en otro cuento de los hermanos Grimm donde la ceremonia caníbal se completa. Hablamos Del Enebro (1812), cuyo argumento nos remite a horrores mitológicos antes nombrados como el de Procne y Tereo, pero en este cuento, cometido en vez de por enajenación, por auténtica maldad. Del Enebro es el cuento de un niño cuya madrastra decapita, guisa en un estofado y lo ofrece al propio padre de la criatura, completamente ajeno al crimen. Pero hay mucho más, como buen cuento, posee multitud de recovecos repletos de sutilezas y horrores que derivan a un final feliz, donde la justicia finalmente triunfa. Del Enebro tiene además una cuidadosa y delicada edición bilingüe en España, gracias a la editorial Jekyll & Jill, la cual os recomendamos fervientemente.







En 1837, Edgar Allan Poe publicó su La Narración de Arthur Gordon Pym. Es, sin duda, una de las obras del autor norteamericano más arriesgadas y oscuras de su carrera. Influyó poderosamente a otros literatos como Howard Phillips Lovecraft, Julio Verne, Robert Louis Stevenson, Jorge Luis Borges o al mismísimo círculo surrealista parisino un siglo casi después. Un verdadero alarde de imaginación completamente visionaria donde nos relata las aventuras de Arthur Gordon Pym como polizón en la nave Grampus, camino al Antártico. Durante sus prodigiosas y también despiadadas correrías, se ve involucrado en un acto de canibalismo para sobrevivir, donde el azar decidió que el grumete Richard Parker fuera sacrificado por el bien común. Cosas de la Ley del Mar.

“Baste decir que, habiendo apaciguado en cierta medida la rabiosa sed que nos consumía gracias a la sangre de la víctima, y habiendo desechado, por común asentimiento, las manos, los pies y la cabeza y arrojándolas junto con las entrañas al mar, devoramos el resto del cuerpo, en pedazos, durante los cuatro eternamente memorables días del diecisiete, dieciocho, diecinueve y veinte de aquel mes “

Curiosamente, cuarenta años después de la publicación de la historia de Poe, la embarcación Mignonette naufragó en 1884 a centenares de kilómetros de la costa más próxima. Los escasos marineros aguantaron durante tres semanas bebiendo sus propios orines (una forma de autocanibalismo) y comiendo la carne de una tortuga que consiguieron cazar. Pero el más joven de los cinco supervivientes, comenzó a beber agua de mar, enfermó y enloqueció; lo que procuró la idea, siguiendo la tradición de La ley del Mar, que era legítimo matarlo y comerlo en beneficio del resto ya que iba a fallecer de igual manera. Así lo hicieron. El nombre del muchacho de 17 años canibalizado era... Richard Parker.


Magritte homenajea a Poe


En otras obras como La Máquina del Tiempo de H. G. Wells o Forastero en tierra extraña de Robert Anson Heinlein, aparecen episodios bien descritos de canibalismo, pero también la antropofagia ha sido utilizada en la literatura no solo para su argumento, sino como revulsivo y provocación, para desencadenar una reacción en el pensamiento y emociones del ser humano.
Es el caso de, por ejemplo, Jonathan Swift, sí, el de Los viajes de Gulliver, que en 1729 publicó un panfletillo, titulado Una humilde propuesta, donde a través del sarcasmo y la acidez más corrosiva, sugiere acabar con el hambre en Irlanda, planteando a los terratenientes ingleses cebar bebés de gente sin recursos hasta el año de edad, para que luego pudieran ser consumidos. Así se libraría al país de una carga y a la vez aportaría sustento alimenticio, total, igualmente esos bebés iban a morir, pero de hambre.
También provocaciones fueron siglos más tarde el Manifiesto caníbal Dadá de Francis Picabia de 1920, así como el Manifiesto de antropofagia de Oswaldo de Andrade en 1928, donde sin complejos se expresan ideas tan certeras como:

"Sólo la Antropofagia nos une. Socialmente. Económicamente. Filosóficamente. 

Única ley del mundo. Expresión enmascarada de todos los individualismos, de todos los colectivismos. De todas las religiones. De todos los tratados de paz.

Sólo me interesa lo que no es mío. Ley del hombre. Ley del antropófago."


Pero sin duda, uno de los libros dedicados al canibalismo más importantes y extravagantes de la historia de la literatura fue y sigue siendo, La Cocina Caníbal (1970), del grandioso Roland Topor. Una auténtica delicia literaria donde Topor nos desgrana con mordacidad, humor muy, muy negro y toques claramente surrealistas, una serie de recetas imposibles. Un libro aderezado además con las ilustraciones del propio autor y que, por su espíritu heterodoxo y transgresor, puede llegar a ofender, escandalizar y herir sensibilidades.
Esa era, de todas formas, la intención del gran iconoclasta Roland Topor.
Y con él, esta Tabla Esmeralda tan poco usual, se despide hasta la próxima edición. Atentos a la receta, no se os vaya a indigestar.


Topor

"Puré de Cabeza de Jefe

Se le hace una pequeña visita al jefe a finales de año, justo antes de las fiestas de Navidad, y se le mata como a un cerdo, es decir, que se toma la precaución de dejarle desangrarse durante un tiempo para que su carne quede bien blanca. Una vez que la cabeza se ha cortado de tajo, se la deja chorrear. Después, se mete en agua hirviendo durante media hora aproximadamente. Al cabo de este tiempo se retira, se saca del agua hirviendo y se introduce en agua fría para refrescarla. Es sorprendente cómo la cabeza del jefe ha cambiado ya en ese momento. Su pelo se ha vuelto blanco y su mirada, aunque sigue siendo maliciosa, tiene cierto aire soñador. No es más que el principio, continuemos el ejercicio. Se arranca la mandíbula hasta el ojo, se deshuesa la cabeza, teniendo cuidado de unir las carnes para que no pierdan su forma. Una vez terminada la operación, se frota la cabeza con champú, y se envuelve en un paño atado con un cordel.



Para cocerla, se diluyen tres cucharas de harina en agua, se añade un ramo de flores, un trozo de mantequilla, sal, pimienta. Se introduce la cabeza en el preparado, se hierve quitando la espuma de vez en cuando; después se retira y se deja caer en una cubeta de una altura de 1,5 metros aproximadamente llena de puré, para que no pase frío en las orejas. Es un plato monumental que hay que reservar para las grandes reuniones familiares."